Sánchez ha participado este domingo en la tradicional Fiesta de la Rosa que los socialistas catalanes celebran cada año en septiembre como arranque del curso político junto al primer secretario del PSC, Miquel Iceta, y el candidato del partido para la alcaldía de Barcelona, Jaume Collboni.
Sánchez ha comenzado su intervención con un breve saludo en catalán a los doce mil militantes que han participado en la 25 edición de la Fiesta de la Rosa y, acto seguido, ha reivindicado la unidad de España: "No se puede entender Cataluña sin España ni España sin Cataluña, y eso es lo que representamos los socialistas", ha asegurado el líder del PSOE.
En este sentido, ha dicho de forma categórica: "Me parece tan insensato que haya gobernantes que nos obliguen a elegir entre ser catalanes o ser españoles, nosotros decimos alto y claro que queremos ser catalanes y queremos ser españoles", y ha agregado que un gobierno "no tiene el derecho a producir ese desgarro".
Con estas palabras en favor de la unidad y en contra de los gobernantes "insensatos" que provocan "desgarro", Sánchez se ha estrenado en su primer gran acto público en Cataluña desde que dirige el PSOE, ya que su primer visita a esta comunidad autónoma fue un acto institucional en el que se reunió con el presidente catalán, Artur Mas, en el Palau de la Generalitat el pasado mes de agosto.
El secretario general de PSOE, que ha denunciado el "inmovilismo" del Gobierno del PP y su "no, no, no" como respuesta a las reivindicaciones catalanas así como a los que quieren la ruptura, ha ofrecido de nuevo la reforma de la Constitución en la línea federal como la "solución" al encaje de Cataluña en España y a las puertas de una "crisis de Estado".
Una reforma de la Constitución, ha precisado Sánchez, que reconozca la singularidad catalana y que ofrezca un "futuro común con España", como la "mejor solución" tanto para el Estado como para Europa.
Ante la actitud inmovilista del Ejecutivo, Sánchez ha pedido al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, que deje de estar "de perfil" y "coja el toro por los cuernos", haciendo así frente al problema catalán con diálogo, pacto, y negociación.
Sánchez ha insistido en la necesidad de cambiar la terminología y comenzar a hablar de los "beneficios" de la unión en lugar de debatir sobre los "costes" de la ruptura, y ha dicho que para avanzar juntos es preciso "tender puentes" en lugar de "seguir cavando fosos", como hacen los independentistas, empeñados en "hundir los puentes y en seguir cavando fosos".
El dirigente del PSOE ha confesado no ser una persona de "fronteras" y, así, ha agregado que las "peores" son las "mentales, las ideológicas, son las que dicen que un vecino es un extraño, porque no comparte sus ideas".
Tanto Sánchez como Iceta han recordado que hoy se celebra el Día Mundial del Alzheimer, por lo que han dirigido unas emotivas palabras al expresidente de la Generalitat, Pasqual Maragall, que padece esta enfermedad, y ambos se han comprometido a luchar contra la misma.
Además del debate catalán, el líder del PSOE ha hecho mención también al caso Pujol y a la corrupción en los partidos políticos y, en este sentido, se ha comprometido a que "las únicas puertas que cerraremos -en el PSOE- serán las puertas giratorias entre el sector privado y el público".
Por su parte, Iceta ha acusado a Rajoy, de "cobarde", y al PP de "ser el principal problema" en las relaciones entre Cataluña y España, mientras que ha calificado de "insensato" a un presidente de la Generalitat, Artur Mas, que se ha puesto en manos de ERC y ha llevado a Cataluña a un "callejón sin salida".
Al igual que Sánchez, Iceta ha hecho alusión al caso Pujol y, aunque ha insistido en la necesidad de luchar contra la corrupción y llegar "hasta el final", ha pedido a las formaciones políticas no caer en "peleas partidistas".
