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TRAS CUATRO MESES RETENIDO EN ALEMANIA

Puigdemont vuelve a su mansión de Waterloo entre los aplausos de unas 300 personas

Portando banderas independentistas y atuendos en color amarillo, los participantes desplegaron una pancarta frente a la mansión de Waterloo donde Puigdemont, fugado de la justicia española, tiene establecida su residencia desde principios de año, en la que se podía leer "Os queremos en casa".

Unas 350 personas, según la Policía, han celebrado el regreso del expresidente catalán Carles Puigdemont a la denominada "Casa de la República" en Waterloo, al que asistieron el presidente de la Generalitat Quim Torra y miembros de su Gobierno, así como los exconsejeros huidos de España.

Portando banderas independentistas y atuendos en color amarillo, los participantes desplegaron una pancarta frente a la mansión de Waterloo donde Puigdemont, fugado de la justicia española, tiene establecida su residencia desde principios de año, en la que se podía leer "Os queremos en casa", en referencia a los políticos catalanes en prisión.

Puigdemont, Torra, representantes de asociaciones como el Casal Catalán en Bruselas o la Plataforma por la Lengua y el rapero huido Valtonyc, entre otros, realizaron breves discursos desde el balcón de la "Casa de la República", donde colgaba un cartel que decía, en inglés, "Libertad para los presos políticos y exiliados".

El expresidente catalán y sus cuatro exconsejeros huidos de la justicia están acusados en España de delitos de rebelión y malversación, entre otros, por impulsar el proceso secesionista en Cataluña.

La euroorden de detención contra ellos fue retirada el pasado 19 de julio por el Tribunal Supremo después de que un tribunal de Alemania resolviese aceptar la extradición de Puigdemont sólo por malversación, y no por rebelión como exigía la justicia española.

Puigdemont dijo que este sábado era un día "simbólicamente importante" y de "sentimientos contrapuestos" y tuvo palabras de agradecimiento a los políticos catalanes en prisión, para quienes pidió la liberación. "No los queremos en prisiones de casa, sino en casa", dijo el expresidente, levantando aplausos entre los presentes, y explicó que su objetivo es "llegar muy lejos" y que lo importante no es que el camino "sea muy largo, sino que exista un camino".

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