El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha declarado el estado de alarma en España por el brote de coronavirus. Permite al Gobierno tomar decisiones rápidas sobre cualquier necesidad tanto de confinamiento de la población como utilización de recursos públicos o privados, y la disponibilidad de los funcionarios. Entre otras medidas, puede tomar las medidas que sean necesarias para garantizar el abastecimiento de alimentos o medicamentos, intervenir fábricas o centros de trabajo así como limitar movimientos de ciudadanos y vehículos. Durante 15 días, para prorrogarlo necesita el acuerdo del Congreso de los Diputados.
Sánchez participó antes en la reunión diaria de seguimiento del coronavirus que, a través de videoconferencia, realiza el Ministerio de Sanidad. Al término de esta reunión estaba prevista la comparecencia para actualizar datos de la situación por parte del ministro de Sanidad, Salvador Illa, y el director del Centro de Alertas y Emergencias Sanitarias, Fernando Simón, pero finalmente fue suspendida. Sánchez aseguró ayer que su Ejecutivo “tomará las decisiones que haya que tomar, donde haga falta y cuando haga falta”. El presidente del Gobierno no confirmó que se planteara el estado de alarma que le reclaman algunos partidos, pero tampoco lo descartó cuando se le preguntó específicamente por esta hipótesis ante la emergencia sanitaria por el coronavirus. También se reunió antes de la declaración con los vicepresidentes y otros miembros del gabinete.
La oposición lo reclamaba
Pocas horas antes el lehendakari Íñigo Urkullu declaraba la emergencia sanitaria en el Pías Vasco para tener dominio directo sobre los medios y las decisiones se emergencias y protección civil.
La
vicesecretaria de Política Social del PP,
Cuca Gamarra, hacía una declaración reclamando "un mando único", sostiene que eso permitiría dar respuesta a las necesidades que se trasladan desde el ámbito sanitario y que las distintas administraciones puedan hacer frente a la crisis: "No es el momento de los parches, es el momento de un plan de Estado con la suficiente profundidad económica para afrontar la situación: los autónomos necesitan más medidas, las pymes más liquidez y sin duda alguna el sector turístico reclama más apoyos”. El
presidente de Castilla y León,
Alfonso Fernández Mañueco, del
PP, anunció que pediría al Gobierno de la nación la declaración del estado de alarma en el territorio de la comunidad castellanoleonesa ante la situación creada por la pandemia de coronavirus.
Desde Ciudadanos lo han reclamado varios dirigentes. La presidenta electa de Ciudadanos, Inés Arrimadas, pidió al Gobierno “que declare el estado de alarma” para restringir la movilidad de personas y contener así la expansión del coronavirus. En una entrevista en Espejo Público de Antena 3 Noticias, la líder de Ciudadanos explicó que el presidente “tiene una oportunidad de liderar” la situación y recuperar “el tiempo perdido” porque “el virus nos lleva diez días de ventaja”. “Es como si leyésemos los periódicos de hace diez días”, explicó Arrimadas, “y de aquí a 15 o 20 días, si no se toman medidas contundentes, tendremos una situación muy complicada”. Del mismo partido, el vicepresidente de la Junta andaluza y consejero de Turismo, Regeneración, Justicia y Administración Local, Juan Marín, ha considerado razonable que el Gobierno central declarase el estado de alarma para "todo el país", al tiempo que ha pedido a los desplazados de Madrid, como pueden ser estudiantes, que se queden en casa para ayudar a contener el contagio por coronavirus
El presidente de Vox, Santiago Abascal, ha insistido -lo pidió hace días- en la necesidad de que el Gobierno decrete el estado de alarma para hacer frente a la crisis del coronavirus y poder así además adoptar "decisiones nacionales coordinadas" contra la pandemia.
