Mientras los socialistas presentaban su campaña, el resto de los partidos criticaban sus propuestas o su ambigüedad en cuanto a los posibles socios. Las encuestas fuerzan a hablar de quién se tiene que poner de acuerdo con quién.
Para Pablo Casado lo que hay es un intento de Sánchez de "no reconocer los impuestos" que quiere subir o implantar, y mantuvo que Sánchez repite la fórmula de otros gobiernos socialistas, que "prometen un cheque en blanco en las campañas, que luego se descubre sin fondos". "Carrozas que luego se convierten en calabazas", incidió Casado sobre las promesas del presidente del Gobierno.
Desde Ciudadanos, su mensaje ahora es no poner vetos, están abiertos a pactos también con los socialistas: "Una mano tendida para sentarnos a hablar, a negociar".
Lo que lleva al presidente de Vox, Santiago Abascal, en Espejo Público, a advertir de la existencia de un "tricentrito" formado por PSOE, PP y Ciudadanos, dispuesto a ponerse de acuerdo tras las elecciones generales del próximo 10 de noviembre.
El secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, ha propuesto al presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, que se comprometa públicamente durante la campaña electoral a no llegar a un acuerdo de legislatura o de investidura con el PP en caso de que el PSOE sea la formación más votada en las generales de noviembre.
También el candidato de Más País, Íñigo Errejón: "Ahora sí es un gobierno progresista o es para negociar con Casado", parafraseando el eslogan de los socialistas.
