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EL MOMENTO MÁS DELICADO DE SU CARRERA

Junqueras, Romeva y Munté, alternativas a Mas para lograr el apoyo de la CUP

Tras la negativa de la CUP de investir a Artur Mas como presidente de la Generalitat, los independentistas afirman que estarían dispuestos a votar a otro candidato. Tras las elecciones del 27 de septiembre, la CUP ha mencionado afirmado que daría su voto a Oriol Junqueras, Raül Romeva o Neus Munté.

El líder de Esquerra Republicana, Oriol Junqueras, recibiría un apoyo unánime de la CUP la consulta se convocó el 9 de noviembre al igual que Romeva, el independiente que encabezaba la lista de Junts pel Sí. Incluso aceptarían a un miembro de CDC: la actual número dos del gobierno catalán en funciones, Neus Munté.

Sin embargo la CUP ha afirmado que en ningún caso votaría a Artur Mas, el hombre que ha querido protagonizar personalmente el proceso independentista, y que ahora se enfrenta al momento más delicado de toda su carrera política. Una carrera que dio un giro el 11 de septiembre de 2012.

Ese día, miles de personas se manifestaron por la independencia de Cataluña. Hasta entonces el gobierno de Mas solo había recibido críticas por los recortes y los casos de corrupción. Desde ese momento, el presidente decidió dar un vuelco a su política y se puso al frente de los independentistas.

Días después, Artur Mas se reunió con Mariano Rajoy en la Moncloa para reclamar un trato económico diferencial para Cataluña. El presidente del Gobierno se negó alegando que no era posible y en respuesta, Mas convocó de nuevo elecciones. Los resultados que obtuvo no fueron los esperados y se vio obligado a firmar un acuerdo con Esquerra Republicana para formar gobierno.

En más de una ocasión, el presidente de Cataluña en funciones ha insistido en que él nunca será un obstáculo para el proceso. Desde la multitudinaria diada de 2012, su labor de gobierno se ha basado en poner en marcha los preparativos para llevar a Cataluña a la independencia.

Sus relaciones con el gobierno de Rajoy cada vez ha ido a peor. En 2014 Artur Mas volvió a la Moncloa en una reunión donde las caras de los dos presidentes evidenciaban la tensión. Mas planteó un referéndum y el presidente del Gobierno respondió que era imposible llevarlo a cabo debido a su ilegalidad, sin embargo la consulta se convocó el 9 de noviembre de ese mismo año pese a que el Constitucional no lo admitió.

Ante la situación, Convergencia y Esquerra Republicana acuerdan adelantar otra vez elecciones afirmando que serían un plebiscito.

Artur Mas, dispuesto incluso a llevar a cabo una declaración unilateral de independencia decide romper con Unió, sus socios durante 30 años y se presenta a las elecciones bajo la coalición Junts pel Sí.

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