Carles Guillot y su abogada han explicado hoy en rueda de prensa en Barcelona los motivos de su recurso ante el Tribunal de Estrasburgo, después de que, el pasado diciembre, el Tribunal Supremo rechazara la posibilidad de que pudiera recibir una indemnización por la pérdida de un ojo a causa de una pelota de goma.
Guillot asegura que recibió el disparo durante el desalojo y posterior asalto policial a la Casa de la Muntanya, conocida entre el colectivo okupa como Kasa Nyoki, el 17 de julio de 2001, en el barrio de la Salud, en el distrito de Gràcia (Barcelona).
El Tribunal Supremo estimó que Guillot se había puesto en un lugar de riesgo y que, por tanto, debía asumir la posibilidad de ser objeto de la reacción policial, una consideración "absolutamente desconcertante", a juicio del afectado, que piensa que es la víctima y no el culpable.
Esta última sentencia vulnera, según la Asociación Stop balas de goma, el principio de proporcionalidad de la actividad policial y da a entender que la policía puede causar daños elevados aunque no exista la necesidad.
La abogada de Guillot, Anaïs Franquesa, ha argumentado que la demanda presentada ante Estrasburgo se sustenta en varios artículos de la Convención de los Derechos Humanos del año 1950 que suscribió España, sobre el derecho a un proceso justo resuelto en un periodo razonable y el derecho a la integridad física.
Franquesa ha indicado que no se investigaron las circunstancias en las que Guillot perdió el ojo, a pesar de que en comisaría uno de los policías nacionales reconoció haber disparado en el lugar de los hechos, aunque posteriormente no lo ratificó ante el juez.
Carles Guillot ha lamentado "tener que recurrir al Tribunal de Derechos Humanos" porque aspiraba a que la justicia española atendiera sus reivindicaciones, pero ha asegurado que piensa llegar "hasta el final" para que se reconozcan sus derechos.