Migración política
El plan de inmigración de Meloni: acuerdos con Túnez y Libia, y campos de acogida en Albania
En los primeros ocho meses de 2024 se ha reducido un 64% la entrada de inmigrantes a Italia respecto al año pasado.
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La política migratoria de Giorgia Meloni, primera ministra de Italia, ha captado la atención tanto a nivel nacional como internacional. Desde que asumió el cargo en octubre de 2022, la líder de Hermanos de Italia ha implementado una serie de medidas que han transformado el panorama migratorio del país reduciéndolo en un 64% respecto al año pasado.
El modelo de Meloni
El modelo Meloni ha captado la atención del líder del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo y otros líderes europeos. Uno de sus pilares fundamentales es la inversión económica en países emisores de migrantes, como Túnez y Libia. Esta iniciativa ha canalizado 5.500 millones de euros hacia estos países, con parte de los fondos provenientes de la Unión Europea. Este 'Plan Marshall' busca mejorar las condiciones en los países emisores de migrantes en sectores clave como educación, sanidad, energía y agricultura, bajo el lema de "invertir para resolver problemas de ambas partes".
Otro aspecto controvertido del modelo italiano es el acuerdo con Albania para establecer dos campos de acogida, con una capacidad para 36.000 personas al año, a cambio de 700 millones de euros. Este acuerdo permite a Italia trasladar a los migrantes rescatados en el mar a territorio albanés, una medida muy criticada por parte de organizaciones de derechos humanos.
Además, ha implementado políticas que dificultan la labor de las ONG que realizan rescates en el Mediterráneo. Estas medidas incluyen la asignación de puertos lejanos para el desembarco de migrantes, lo que ha generado tensiones con organizaciones de ayuda humanitaria.
En los primeros ocho meses de 2024, se han registrado 41.181 llegadas por mar, en comparación con las 113.877 en el mismo período que 2023, lo que representa una disminución del 64%.
El modelo español
Sin embargo, el líder del PP ha criticado el modelo español que se caracteriza por un enfoque diferente. En España, los migrantes son identificados a su llegada y se inicia el proceso de devolución para aquellos que provienen de países con los que existe un tratado de extradición. Sin embargo, para muchos otros, este proceso puede resultar en un limbo jurídico que se prolonga durante años, dejándolos en una situación de irregularidad.
Feijóo elogia el modelo de Meloni
Alberto Núñez Feijóo, líder del Partido Popular español, ha expresado su admiración por la política migratoria implementada por la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, contrastándola con la gestión del gobierno de Pedro Sánchez en España. Es un momento crítico para el gobierno español, que enfrenta una presión sobre como está gestionando la crisis migratoria, especialmente en las Islas Canarias y Ceuta.
En su búsqueda de una "alianza europea" para enfrentar las llegadas irregulares de migrantes, Feijóo se ha reunido este jueves en Roma con Meloni y el vicepresidente y ministro de Asuntos Exteriores italiano, Antonio Tajani. Esta reunión forma parte de una gira europea que el líder del PP ha emprendido para buscar apoyo a sus propuestas sobre la gestión migratoria.
Además, ha subrayado el éxito de Italia en la reducción de la inmigración irregular, afirmando que "el último año en Italia se ha reducido el número de inmigrantes irregulares un 60% y en mi país ha aumentado un 60%". Ha concluido con que "la política migratoria en Italia funciona y en mi país no" y que Meloni "ha gestionado la migración mucho mejor" que el presidente español Pedro Sánchez.
Otras medidas de control migratorio en Europa
La efectividad del modelo italiano para reducir la entrada de inmigrantes, no solo ha llamado la atención de Feijóo, sino también de otros líderes políticos internacionales. Keir Starmer, líder del Partido Laborista británico, ha expresado su interés en comprender cómo Italia ha logrado esta "reducción drástica" en la inmigración irregular.
Es importante señalar en toda Europa también se observa un endurecimiento de las medidas de control migratorio. Alemania, por ejemplo, ha comenzado a controlar sus nueve fronteras terrestres, mientras que los Países Bajos han solicitado a Bruselas que les exima del pacto europeo de migración y asilo.
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