ETA sigue contando con "algunos" clandestinos en Francia, que se ocupan en particular de la gestión de zulos, y dispone de "un aparato político que funciona plenamente", según el antiterrorismo francés.
"Los miembros de la organización siguen armados", dijo hoy ante el Tribunal de lo Criminal de París el comandante de la Subdirección Antiterrorista (SDAT), Laurent Hury, quien hizo hincapié en que actualmente "ETA centra su esfuerzo en la actividad política y no en la militar".
Hury, que hizo estas afirmaciones durante el juicio al etarra Ibón Goieaskoetxea por su papel en la logística militar de ETA, vinculó esa orientación con "el debilitamiento" que han sufrido las estructuras de la banda con las sucesivas operaciones policiales. Pero en todo caso reiteró la idea de que "no hay ningún signo de autodisolución" y de que el desmantelamiento de su arsenal "es una moneda de intercambio con el Gobierno español".
Tras la difusión del vídeo de febrero de 2014 grabado en Toulouse y que ETA presentó como un primer acto de neutralización de su arsenal ante dos miembros de la llamada Comisión Internacional de Verificación, el experto indicó que no se muestra que se hiciera ningún marcado de las armas ni de los explosivos. "No veo en qué (ese vídeo) puede constituir el comienzo de una neutralización", declaró antes de asegurar que no tiene constancia de que haya habido "otros actos similares".
En cuanto a los reproches de ETA en su comunicado de junio de que las autoridades españolas y francesas obstaculizan el desarme tras la localización de un zulo en una villa del centro de Biarritz, el especialista dijo que no ve en qué se impide "esa neutralización".
Goieaskoetxea, por su parte, aseguró que en el proceso de desarme que ETA asegura haber emprendido "no se pide ninguna contrapartida, es unilateral", pero al mismo tiempo señaló que "hay una dificultad material" en su puesta en práctica. "Ahora que intentamos dar este paso -argumentó- todo el mundo nos ataca (...) con una lógica anterior, de vencedores y vencidos, una lógica de guerra". El etarra, que pidió "una intervención de todo el mundo", incluidos los jueces, subrayó que hasta que no se solvente este asunto no se podrán abordar "las cuestiones de fondo", "políticas".
El comandante del antiterrorismo constató, por su parte, que hay "una situación de bloqueo" al chocar las exigencias de ETA -entre otras sobre los presos, el desarme y la "desmilitarización" del País Vasco- y la negativa del Ejecutivo español a ceder. A su juicio, la banda está "un poco desbordada por la sociedad civil" vasca y además "necesita estar presente en el frente de los presos para evitar la 'vía Nanclares'" a la que se han acogido algunos de sus miembros, que han pedido perdón por sus actos terroristas y han obtenido beneficios carcelarios.
Sobre el caso de Goieaskoetxea, Hury consideró que, cuando fue arrestado el 28 de febrero de 2010 en una vivienda rural de Normandía (noroeste de Francia) junto a otros dos etarras, tenía "una posición bastante elevada en la organización, pero no era el jefe logístico-militar". Precisó que la dirección de la estructura logístico-militar correspondía entonces a Mikel Carrera Sarobe, "Ata", capturado en mayo de 2010. Goieaskoetxea, que ya ha sido condenado en Francia en dos ocasiones (a siete y a cinco años), está acusado de una treintena de cargos en este proceso, que probablemente terminará mañana, cuando se espera la deliberación y la sentencia.