El ascenso y caída de Koldo García: de consejero de Renfe Mercancías a estar investigado por corrupción

Koldo García Izaguirre ha pasado de ser una figura discreta, siempre en segundo plano, a ocupar los titulares por su presunta implicación en el cobro de comisiones en la compraventa de mascarillas durante la pandemia. Investigado desde febrero del año pasado, su nombre ha resonado con fuerza por su cercanía con figuras clave del Partido Socialista como José Luis Ábalos y Santos Cerdán, y por su sorprendente ascenso dentro del engranaje político del PSOE.

Su trayectoria no es convencional. Nacido en Navarra, sus primeros trabajos poco tienen que ver con la alta política: fue portero de discoteca, guardaespaldas, aizkolari y vigilante de seguridad. Precisamente desde este último oficio comienza su vínculo con la política local, convirtiéndose en concejal en un pequeño pueblo navarro.

Pero lo que realmente llama la atención es su ascenso meteórico en el partido hasta ocupar una silla como consejero en Renfe Mercancías, un puesto cuya idoneidad y méritos han sido muy cuestionados tras estallar el caso.

La conexión con Cerdán y Ábalos

El nexo con Santos Cerdán es fundamental para entender la irrupción de Koldo en el núcleo duro del PSOE. Desde sus primeras apariciones como diputado navarro, Cerdán integró a Koldo en su círculo de colaboradores.

Su cercanía fue tal que, cuando Pedro Sánchez inició su gira por toda España en 2017 para recuperar la Secretaría General del partido, Koldo fue uno de los hombres que lo acompañaron en aquel simbólico Peugeot junto a Ábalos y el propio Cerdán. Eran tiempos de fidelidad férrea y militancia pura.

Con la llegada del PSOE al Gobierno, la confianza depositada en él se tradujo en poder institucional. Koldo se convirtió en el hombre de confianza de José Luis Ábalos, entonces ministro de Transportes.

Oficialmente, ejercía como su asistente, pero en la práctica actuaba también como chófer y escolta. En las sombras, su perfil era más influyente de lo que su puesto dejaba ver, moviéndose con soltura entre despachos ministeriales y círculos de decisión.

Un ascenso cuestionado y una caída estrepitosa

Su nombramiento como consejero de Renfe Mercancías fue uno de los puntos que más suspicacias levantó. No contaba con formación técnica en transporte ni experiencia previa en el sector. El puesto, sin embargo, le fue otorgado en lo que muchos interpretaron como una recompensa por su lealtad al núcleo dirigente socialista.

Esa lealtad, sin embargo, se ha resquebrajado con el tiempo. Las amistades que lo impulsaron al poder hoy están rotas. Ni Ábalos ni Cerdán han mostrado respaldo público desde que estalló la investigación por corrupción que lo salpica.

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