Varios sectores españoles, en alerta ante las nuevas amenazas arancelarias de Trump

Ante la negativa de Pedro Sánchez a aumentar el gasto militar, tal y como se comprometen a hacer los otros 31 países de la OTAN, Donald Trump mueve ficha. Más allá de criticar al presidente del Gobierno, el presidente de EEUU amenaza con una guerra comercial y acusa a España de ser insolidaria con sus socios de la Alianza, que sí asumirán el esfuerzo de aumentar significativamente el presupuesto militar. De esta manera, asegura que España podría llegar a pagar el doble a través de aranceles y barreras comerciales si no cumple con los compromisos en materia de defensa. De momento, es solo una advertencia, pero ya hay sectores en alerta por si Donald Trump la convierte en realidad.

Uno de los sectores más preocupados es el agroalimentario. Jaime Martínez, Director General de Cooperativas Agro-alimentarias de Andalucía, explica a un equipo de Antena 3 Noticias que Estados Unidos es unmercado estratégico para muchos de sus productos. “El sector ha ganado fama por tener productos de alta calidad y diferenciados, y ahora tememos que nos toque pagar el pato”, lamenta. Entre los alimentos que podrían verse afectados están el aceite de oliva, las aceitunas de mesa y el vino.

La industria vinícola, de hecho, atraviesa un momento delicado. "Llevamos cuatro meses bastante complicados porque tenemos un arancel fijo del 10%", reconoce Carlos Villar, CEO de Bodegas Protos. Se ha visto obligado a subir los precios, lo que ha tenido impacto directo en las ventas, que han caído. "Si los aranceles subieran más, probablemente estaríamos fuera del mercado", advierte con preocupación. Y es que el mercado estadounidense es, a día de hoy, uno de los más relevantes para el vino español.

Sin embargo, el sector agroalimentario no es el único que mira con inquietud las amenazas de Trump. La industria de calzado también podría verse perjudicada. Paqui Martínez, socia de Porronet, una fábrica de zapatos de Elche, explica que el 15% de su producción se exporta a Estados Unidos. Reconoce que temen perder ese mercado si las condiciones comerciales se endurecen. “Ellos pueden buscar otros proveedores en países donde les compense mucho más comprar. No sabemos cómo nos puede afectar”, afirma con preocupación.

Por el momento, la amenaza está sobre la mesa, pero si se materializa, el impacto podría ser muy serio para sectores clave de la economía española.

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