Turismo espacial

Turismo espacial, un negocio millonario surgido hace 20 años que aumenta su oferta

La compañía Blue Origin, centrada en el turismo espacial, ha subastado un billete para su primer vuelo por 28 millones de euros. El ganador de la subasta no es la única persona civil que irá al espacio.

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Uno de los cuatro billetes subasta del primer vuelo de la Compañía Blue Origin se ha subastado por 28 millones de dólares. No va a ser un viaje cualquiera porque va a ser el primero dedicado a una empresa del turismo espacial. Es una compañía de Jeff Bezos, el ejecutivo de Amazon, y quizá el billete valga tanto porque garantiza un asiento junto al millonario.

De momento, se desconoce la identidad del que ha pagado 28 millones de dólares por ese vuelo que dura unos 11 minutos, por lo que el minuto cuesta uno 2,5 millones. Será un vuelo suborbital, es decir, sale de la atmósfera pero no da la vuelta al globo. Permite disfrutar de la falta de gravedad durante unos minutos. Una sensación que muy pocas personas han experimentado.

Hace 20 años que un ciudadano estadounidense se convirtió en el primer turista espacial de la historia. Pasó 9 días en la Estación Espacial Internacional que le costaron 15 millones de euros. Cuando volvió a la tierra describió la experiencia como volver del paraíso.

Hoy los viajes espaciales se abren al turismo y empresas como la de Jeff Bezos ponen fecha: 20 de julio en Texas. Blue Origin ofrece vuelos de 11 minutos en la frontera del espacio. El turista sentirá la ingravidez, pero la nave se mantendrá cerca de la tierra. El precio son 200.000 euros.

Casi la misma cantidad que ha ofertado otro millonario Richard Brandson por 2 horas y media unos minutos de ingravidez y vistas a 100 kilómetros del planeta. Más de 800 personas ya han pagado su billete por adelantado.

Si hablamos de retos, el dueño de Tesla es el más osado. Propone pasar varios días en órbita a bordo de la Estación Espacial Internacional. Y el precio sube hasta unos 50 millones. Miguel López Alegría fue el primer astronauta español en el espacio. Asegura que volvería como turista. "Tener la tierra abajo es alucinante", dice.

En España ya hay una empresa que presenta alternativas más baratas como un viaje en globo para observar espacio a 40.000 metros. Una experiencia de varias horas para disfrutar de la curvatura del planeta.