Alta Velocidad

Así es el tren del amor, con citas a bordo por San Valentín a 300 kilómetros por hora

Por segundo año, con motivo del Día de San Solterín, se celebra el speed dating: citas entre solteros a 300 kilómetros por hora. Los candidatos podrán encontrar el amor en los trenes con destino a Valencia, Barcelona, Zaragoza y Madrid.

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Encontrar el amor a toda velocidad es posible. Y no me refiero a enamorarse en unos segundos -que quién sabe si también-. Me refiero a tener citas a 300 kilómetros por hora en un tren con destino Madrid. Esto es posible en los trenes de Ouigo que han circulado hoy por nuestro país. Con la iniciativa speed dating pretenden que aquellos que todavía no han encontrado con quien celebrar San Valentín o quieren celebrarlo con una bonita amistad, encuentren la persona perfecta.

Unas 100 personas buscan el amor a bordo

Al grito de ¡solteros y solteras, ¿estáis preparados y preparadas?" comienza la cuenta atrás, comienzan los 20 minutos que van a tener para conocer a cada una de las personas que va en ese vagón. Unas 100 personas participan en esta iniciativa que pretende unir a solteros de Madrid, Barcelona, Zaragoza y Valencia con citas rápidas durante el trayecto en tren. Unas citas que culminarán con diferentes experiencias en la capital madrileña. Los candidatos a encontrar el amor en un tren, han tenido que inscribirse a través de las redes sociales de la compañía. La pasada edición, en la que participaron más de 300 personas en estas citas a ciegas a 300 kilómetros por hora, ya fue todo un éxito.

Una cita diferente

Saba y Enric no se conocían hasta llegar a este tren, está a punto de comenzar su cita: "Vengo a conocer a gente nueva y pasarlo bien", dice ella. Además de disfrutar de una mañana entretenida y diferente puede que Saba y Enric salgan de este tren con pareja. Rick y Belén han hablado durante 20 minutos, el tiempo establecido en cada una de estas citas rápidas. Los dos son de Valencia y en el resto del trayecto también han conocido a otras personas pero entre ellos ha surgido algo especial. "Me ha gustado Belén", nos confiesa Rick mientras sonríe tímidamente. Es recíproco, Belén también se ha fijado en él. Una vez en Madrid, la cita continua y no se quedará ahí: "las fallas están a la vuelta de la esquina", nos dicen entre risas. En su caso, parece, que han encontrado un compañero de viaje, literalmente.

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