La Guerra Comercial entre Estados Unidos y China se ha intensificado de forma drástica desde la decisión del país americano de 'vetar' a Huawei, forzando a Google a retirar sus aplicaciones y sistema operativo de lo dispositivos chinos.
Tras el gran revuelo, Estados Unidos terminó aplazando 90 días el veto a Huawei, pero las tecnológicas no son la únicas afectadas por el enfrentamiento comercial. Gigantes como Nike, Adidas o Converse se encuentran entre las 170 empresas de calzado que han solicitado a Trump, mediante una carta, que termine la guerra comercial con China.
Este toque de atención al Gobierno llega después de que la Oficina del Representante de Comercio Exterior de Estados Unidos comunicase las intenciones de imponer aranceles de hasta el 25% a las importaciones chinas. Esta medida afectaría a michos alimentos, piezas para automóviles y por supuesto, a la ropa.
De todos los sectores afectados, el del calzado es uno de los más perjudicados, dado que las factorías de producción de muchas de estas empresas se encuentran en China. Estas medidas supondrán una gran subida en el coste de traslado de los productos desde sus fábricas deslocalizadas hasta Estados Unidos. Las empresas aseguran que la subida del 10% actual, al 25%, puede suponer un coste adicional de unos 7.000 millones de dólares anuales a los consumidores, perjudicando "de manera desproporcionada a las personas y familias de la clase trabajadora".
Las empresas recuerdan que pese a que en los últimos años se han ido distanciando del gigante asiático, sus mayores infraestructuras productivas se encuentran allí y que no pueden "simplemente trasladar las fábricas para adaptarse a estos cambios".
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