Alquileres estudiantes

Habitaciones de estudiantes por más de 500 euros en Madrid y Barcelona, un 10% más que el año pasado

Empieza el curso y, en consecuencia, un nuevo reto para los estudiantes. Los precios de alquiler de una habitación han subido un 6% en el último año en Madrid o Barcelona.

Publicidad

Se acerca septiembre y los estudiantes deben buscar piso para el nuevo curso escolar. Pero cuando se ponen a ello, llegan las sorpresas: los precios sobrepasan los 500 euros mensuales por habitación. Las ciudades más caras son Madrid, Barcelona y San Sebastián. Allí los alquileres cuestan la mitad del salario mínimo interprofesional.

El número de viviendas para arrendar ha bajado, pero la oferta de alquiler de habitaciones se ha incrementado en torno a un 10%. El resultado de una búsqueda en internet es más de 700 euros por habitación en pisos compartidos con hasta 10 personas. Los propietarios se ven beneficiados con este tipo de contratos. Duran menos y cuando terminan pueden volver a subir el precio esquivando el límite impuesto por el Gobierno. Como también pueden rebajar el precio durante la época de verano para no tener desocupada la vivienda y después volverlo a subir cuando empieza el año escolar.

Los precios han subido respecto al año anterior. En Madrid lo han hecho un 6,2% más, en Barcelona un 6,5%, Valencia (10%), Sevilla (12%), A Coruña (9,4%) además de Salamanca (10%) y Granada (4%). Al mes se traduce en unos 50 euros más, aunque la zona también influye en el incremento de los precios. Mientras un chico paga 800 euros por una habitación en Madrid, otra estudiante en Salamanca comparte piso por 250 euros. Otros, confiesan haber tenido suerte al vivir en piso de familiares y pagar un alquiler más reducido.

La realidad es que, según Beñat Delcoso (Portavoz de Idealista), “no solo es una opción para estudiantes, sino que la edad media ya supera los 30 años de las personas que comparten piso en España”.

1 de cada 4 habitaciones desaparece en 24 horas

Además, los estudiantes deben estar ágiles. Una de cada cuatro habitaciones anunciadas dura menos de 24 horas en el mercado. Por eso, muchos jóvenes todavía deciden vivir con sus padres.

Publicidad