Sede de la Comisión Europea en Bruselas

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ANTES DE AHONDAR EN LAS NEGOCIACIONES

La UE exige a Londres que aclare los temas clave del Brexit en un plazo máximo de dos semanas

Bruselas pide que defina su plan para los ciudadanos europeos, la frontera irlandesa y el acuerdo financiero. La nueva ronda de conversaciones comenzará en diciembre.

La UE ha dado al Reino Unido dos semanas para que aclare su postura sobre los derechos de los ciudadanos, la frontera irlandesa y el acuerdo financiero, antes de pasar a la segunda etapa de negociación del Brexit en diciembre, mientras Londres mostró reservas sobre los planes de Bruselas para Irlanda.

"Mi respuesta es sí", dijo el negociador de la Unión Europea para el Brexit, Michel Barnier, en la rueda de prensa posterior a la sexta ronda de discusiones sobre la salida británica de la UE, tras ser preguntado sobre si necesitaba las aclaraciones en los próximos catorce días para recomendar a los líderes de los Veintisiete el inicio de las conversaciones sobre la futura relación.

En la cumbre del 19 y 20 de octubre, los jefes de Estado y de Gobierno de los países que permanecerán en el club comunitario tras la marcha del Reino Unido acordaron iniciar el trabajo preparatorio para la segunda fase de discusiones y confiaron en dar luz verde a su comienzo en el Consejo Europeo del 14 y 15 de diciembre.

De todas formas, en esa misma reunión celebrada el mes pasado en Bruselas los mandatarios de los Veintisiete constataron que no se habían producido los avances suficientes en los puntos prioritarios de la primera etapa.

Por su parte, el ministro británico para la salida de la UE, David Davis, descartó la creación de una nueva frontera dentro del Reino Unido, tras la propuesta de la UE de que Irlanda del Norte permanezca dentro del mercado único y la unión aduanera para mantener abierta su frontera con la vecina República de Irlanda.

"Reconocemos la necesidad de soluciones específicas para las circunstancias únicas de Irlanda del Norte. Pero déjenme ser claro. Eso no puede dar lugar a la creación de una nueva frontera dentro del Reino Unido", declaró el político.

El ministro admitió respetar el "deseo" del club comunitario de proteger su orden legal, el mercado único y la unión aduanera, pero recalcó que ello no puede realizarse "a costa de la integridad constitucional y económica del Reino Unido".

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