Después de dos semanas de incertidumbre, los controladores aéreos decidieron ayer retrasar la opción de ir a la huelga hasta el mes de septiembre. "Hemos decidido no ir a la huelga por la preocupación del sector turístico" ha explicado César Cabo, portavoz del colectivo, en una entrevista en Espejo Público.
El 'tira y afloja' con el ministro de Fomento, José Blanco, ha estado latente durante las dos semanas de tensas negociaciones con AENA, y algunos apuntan a que la decisión de retrasar la huelga forma parte de una estrategia para lavar su imagen de cara a la opinión pública. "Se trata de un ejercicio de responsabilidad, no es una batalla con el ministro ni un pulso con el Gobierno", desmintió Cabo, para añadir, "esto es un tema laboral, nada tiene que ver con la opinión pública".
"Aumento excesivo de horas de trabajo"
César Cabo ha afirmado en el programa de Antena 3 que "solo se trata de un tema de horas de trabajo". "Solo luchamos por la jornada laboral, el cómo voy a trabajar", dice, para luego explicar que los españoles trabajan más horas que los controladores de Europa.
"Pasamos de trabajar de 1.200 hora a 1.800 horas porque el tráfico aéreo ha crecido, el número de controladores no", señalando que la responsabilidad de este desajuste es de AENA. "Es muy costoso formar a los controladores aéreos, por lo que AENA ha preferido pagar horas extras a la plantilla en lugar de ampliarla".
Las negociaciones con AENA se retoman a las cinco de la tarde. Sobre la mesa siguen el salario de 200.00 euros anuales y la jornada máxima de 1.750 horas. Mientras, los controladores se guardan en la manga la posibilidad de convocar la huelga el mes de septiembre, repercutiendo de igual manera en el sector turístico.
"Tenemos el mismo derecho que el resto de colectivos a ir a la huelga", señaló César Cabo al finalizar la entrevista.
