San Sebastián, Barcelona, Madrid y Bilbao son las ciudades más caras de España para compartir habitación en un piso de alquiler, con 346, 344, 339 y 311 euros de media, respectivamente.
En el lado opuesto se han situado Albacete (170 euros); A Coruña (174 euros); Almería (178) y Murcia (179) como las ciudades más económicas de España para alquilar una habitación en un piso compartido. Así lo pone de manifiesto un informe realizado por idealista.com, que además refleja que la demanda de habitaciones en este tipo de régimen se ha incrementado un 12% en agosto de este año respecto al mismo mes del ejercicio anterior, hasta las 16,4 millones de búsquedas.
Los precios, por su parte, se han incrementado un 0,2%, situándose la media nacional en 280 euros al mes. No obstante, el incremento en aquellos mercados con mayor actividad ha sido superior, como se refleja en el caso de Madrid (+3%) y Barcelona (+1,5%), ciudades que acumulan el 44% y el 29,5% de todas las habitaciones que se ofrecen en España, respectivamente.
Con todo, la mayor subida de precio se ha registrado en Burgos (+4,6%), seguida de Valencia (+4%). Sin embargo, otras ciudades han reducido el coste de sus habitaciones en alquiler, tal y como ha ocurrido en Oviedo (-6%); Albacete (-5,9%); Córdoba (-5,6%) y A Coruña (-5,2%).
El perfil medio de la persona que comparte coincide con el de alguien de 30 años, que vive en el centro de las grandes ciudades, no fuma (aunque es tolerante con los que sí lo hacen) y ni tiene ni admite mascota.
En este sentido, la edad media de estas personas varía en función de la región, ya que en las ciudades del Norte de España esta suele superar los 30 años, como en San Sebastián (35 años), Vitoria (32 años) y (Bilbao (31 años), entre otras.
En el lado contrario, las capitales de provincia con mayor tradición estudiantil registran edades medias inferiores, como Granada, Salamanca y Málaga, que marcan una edad media de 26 años. La mayoría de estos pisos con habitaciones compartidas están habitados por inquilinos de ambos sexos (62%), mientras que en el 27% solo viven hombres y en el 11% solo lo hacen mujeres. En cuanto a las preferencias, a la mayoría le es indiferente el sexo de sus compañeros.
