Últimas voluntades
108 misas bloquean la venta de un edificio del Ayuntamiento de Vitoria
Una devota legó al Ayuntamiento un edificio en la milla de oro de Vitoria con la única condición de que se hicieran 108 oraciones anuales en su memoria. Sin embargo, un inquilino se niega a abandonar el edificio justificando que esta última voluntad se ha incumplido.
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Una devota vitoriana legó al ayuntamiento un edificio en la milla de oro de la ciudad a cambio de 108 oraciones anuales en su memoria. Uno de sus inquilinos se niega a abandonar su piso porque alega que la última voluntad de Doña Virginia no se ha cumplido. Ella y su marido residían en una de las calles con más solera de Vitoria, Florida 28, un edificio señorial con ocho apartamentos que lleva cinco años sin pasar las correspondientes inspecciones técnicas.
El Ayuntamiento, heredero del inmueble ha decidido venderlo pero uno de sus inquilinos ha bloqueado la operación desempolvando el testamento de Eulalia Virginia Sáenz de Ormijana Martínez. La devota vitoriana murió en 1978 sin descendencia y se lo cedió al consistorio a cambio de garantizarse un buen número de misas por su alma hasta la eternidad. En concreto 108 oraciones al año que garantizarían su descanso eterno.
El vecino díscolo asegura que la institución no ha cumplido con sus obligaciones como heredera y por lo tanto la titularidad del edificio no es válida.
El único inquilino
El hombre de 53 años heredó el contrato de arrendamiento de sus padres. Un acuerdo que medio siglo después, el Consistorio ha dado por zanjado. Aseguran desde la institución que las alegaciones son "infundadas" y que "las misas que doña Virginia solicitaba en el testamento sí se realizaron entre los años 1980 y 1985".
En el edificio residen él y otras dos familias propietarias que han alcanzado un acuerdo con el Consistorio para que continúen manteniendo la propiedad de sus pisos tras la venta.
La operación inmobiliaria supondrá una inyección de liquidez en las arcas municipales de cerca de 670.000 euros, sin incluir impuestos.
Tras recibir la notificación municipal, el inquilino rebelde tiene diez días para abandonar el tercero izquierda del Florida 28. Él asegura que "si consigue defensa legal, peleará en los tribunales" con las 108 misas del testamento de doña Virginia en la mano.
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