Violencia en el fútbol

Una multitudinaria pelea entre aficionados en un partido de fútbol en Sils deja a un jugador con parálisis facial

El joven futbolista fue agredido por otro del equipo rival y ha tenido que ser intervenido quirúrgicamente en la cara.

Una brutal y multitudinaria pelea entre aficionados del Sils y Santa Eugenia en el partido de la 17º jornada de la Segunda división juvenil catalana terminó con un jugador herido de gravedad en el hospital.

Decenas de aficionados irrumpieron en el césped para pegarse

Los lamentables hechos tuvieron lugar el pasado domingo 25 de febrero en la recta final del partido. Según se puede leer en el acta del encuentro, corría el minuto 89 cuando decenas de aficionados de los dos equipos irrumpieron en el césped y comenzaron a pegarse entre ellos en una dantesca escena en la que también se vieron involucrados dos jugadores, uno de cada equipo.

El jugador agredido presenta una parálisis facial

Un futbolista del Santa Eugenia aprovechó la ocasión para agredir a un rival que estaba en el banquillo local y este tuvo que ser trasladado al hospital inmediatamente con lesiones graves en el ojo y en el pómulo, heridas por las que ha tenido que ser intervenido recientemente en el quirófano. El joven, además, presenta una parálisis facial.

Insultos y escupitajos al árbitro

Minutos antes de la pelea campal un jugador del Santa Eugenia fue expulsado y reaccionó insultando al árbitro para después dirigirse al banquillo del Sils. A partir de ahí todo se fue de las manos y el colegiado señaló en el acta que le dijo "estás loco, eres tonto" y después le escupió en el pecho.

El jugador expulsado ha sido sancionado con 11 partidos, 1 por la roja y 10 por "insultar y ofender al árbitro, jueces de línea... de forma reiterada y ostensible". Otro de los futbolistas del mismo equipo también vio la roja. Debido a lo ocurrido ese día ambos conjuntos tendrán que cerrar su campo durante un partido.

No se ha identificado al agresor

La familia del jugador agredido no dudó en denunciar lo ocurrido a los Mossos d'Esquadra pero, de momento, no se ha conseguido localizar ni identificar al agresor. Entre otras cosas porque este genera miedo entre los jóvenes del equipo de Sils, según explican fuentes familiares. El futbolista del Sils, tal y como admite su propia familia, se encuentra muy afectado y con miedo a las consecuencias físicas que ya está teniendo debido a la agresión que sufrió.