Vinícius

Así se gestó la campaña de Vinícius contra el racismo

Vinícius, cuya familia sufrió un episodio racista en Brasil en 2017, quiere aprovechar su posición pública para provocar un cambio: "Si tuviera que sufrir más para que las generaciones futuras no pasen por situaciones parecidas, estoy listo y preparado".

Vinícius acusa a la grada de Mestalla de llamarle 'mono'

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Mucho antes de venir a España, Vinícius Jr ya sufría racismo en su propio país. No sabemos en qué momento la lucha contra esta lacra se convirtió en una prioridad para el extremo brasileño, pero quizá fue en agosto de 2017 durante un Botafogo vs. Flamengo. Aquel día, en el estadio Nilton Santos de Río, la familia del futbolista recibió insultos racistas en la grada y un hincha del equipo local terminó detenido. Vini tenía entonces 17 años y ya había firmado por el Real Madrid.

Han pasado casi seis años. En ese lapso de tiempo, el futbolista cambió de país y de equipo, convirtiéndose de paso en el mejor futbolista del mundo en su puesto y marcando el gol de la última final de la Champions League. Sin embargo, en la civilizada Europa Vinícius sigue sufriendo un atracón de racismo. Durante el último episodio, con el partido contra el Valencia detenido en Mestalla, el atacante señaló con su dedo acusador a un espectador que desde la grada Mario Kempesle había llamado "mono".

Fue el 'yo acuso' de una víctima que no se calla. La imagen dio la vuelta al planeta fútbol, pero la realización de la Liga no mostró ninguno de los aficionados implicados. El brasileño quiere provocar un cambio y que se publique quiénes son esos racistas: pretende que el foco, la cámara oficial del campeonato, acuse también mostrando al mundo sus caras. "¿Cuántos de estos racistas tenían nombres y fotos expuestos en sitios web? Respondo para hacerlo más fácil: cero", escribió en Instagram este lunes.

A la estela de LeBron

Vinícius, como antes LeBron James o Lewis Hamilton, está convencido de que puede aprovechar su posición pública privilegiada para producir un cambio. Y no va a recular: "¿Qué falta para criminalizar a estas personas? ¿Y castigar deportivamente a los clubes? ¿Por qué los patrocinadores no penalizan a LaLiga? ¿No se molestan las televisiones en retransmitir esta barbarie todos los fines de semana?". También se ha propuesto acabar con el discurso de los 'casos aislados': "No, no son casos aislados. Son episodios continuos repartidos por varias ciudades de España (e incluso en un programa de televisión)".

Diez denuncias

Sabe perfectamente de lo que habla: el racismo no cesa en la Liga y el fútbol español no ha conseguido todavía atajar el problema. Lo de Valencia solo es el culmen de una triste cronología desde que llegó a nuestro país. En las dos últimas temporadas, LaLiga ha puesto hasta diez denuncias por incidentes racistas contra Vinícius; tres de ellas ya han sido archivadas y solo se conocen dos condenas. Del Camp Nou a Mestalla, pasando por Son Moix, el Metropolitano, Zorrilla, El Sadar o el Benito Villamarín, el brasileño ha sido vejado en los cuatro puntos cardinales de la piel de toro.

No falta quien le acusa de provocador, pero la herida de Vinícius supura desde el primer día: recibió un mordisco en la cabeza en su segundo partido en España, cuando aún jugaba en el Castilla. Desde que llegó al Real Madrid, con apenas 18 años, el delantero fue humillado por algunos tertulianos televisivos y objeto de incontables memes en las redes sociales. Sin embargo, de pronto el brasileño aprendió a definir, pero también a pensar en el área. Las mofas pronto mutaron en miedo y de aquellos polvos estos lodos.

Los casos se han sucedido desde 2018 e incluso sus propios rivales han tratado de amedrentarle sobre el césped. Ivan Balliu, sin ir más lejos, confesó haber amenzado a Vinícius con el daño físico: "Había salido la lista de Brasil para el Mundial y quería que Vinícius lo tuviera en la cabeza", apuntó tras el partido de los blancos en Vallecas. "¡Pégale, pégale!", escuchó también que gritaba desde la banda en otra jornada Javier Aguirre, entrenador del Mallorca.

Desde la grada también es coaccionado. Un aficionado del Barça le llamó "macaco" en la banda del Camp Nou, pero la denuncia fue archivada. En Zorrilla le gritaron "negro cabrón" y "negro de mierda". También se archivó una denuncia de Movimiento contra la Intolerancia después de que unos ultras del Atleti entonasen el cántico "Vinícius, eres un mono" en los aledaños del Metropolitano. Según la Fiscalía, los gritos "duraron unos segundos". Antes del derbi de Copa del Rey apareció asimismo un muñeco con la camiseta del '20' colgado de un puente cercano a Valdebebas.

Su choque con Tebas

El objetivo de Vinícius está centrado en los castigos y así se lo hizo saber a Javier Tebas en su intercambio de 'tweets' tras lo ocurrido en Mestalla: "Una vez más, en lugar de criticar a los racistas, el presidente de LaLiga aparece en las redes sociales para atacarme. Por más que hablas y finges no leer, la imagen de tu campeonato se estremece. Mira las respuestas a tus publicaciones y llévate una sorpresa... Omitirlo solo te hace igual a los racistas. No soy tu amigo para hablar de racismo. Quiero acciones y castigos. El hashtag no me mueve".

En su primer comunicado, que provocó su choque con el presidente de LaLiga, lamentaba sentirse desamparado ante los ataques recibidos en los campos de nuestro país: "Una hermosa nación, que me acogió y a la que amo, pero que aceptó exportar al mundo la imagen de un país racista. Lo siento por los españoles que no están de acuerdo, pero hoy, en Brasil, España se conoce como país de racistas". Con todo, no falta quien intenta explicarle qué es el racismo y que España no es un país racista, sino todo lo contrario.

Vinícius solo es el último eslabón de una cadena de xenofobia que ya sufrieron Marcelo, Eto'o, Alves, Roberto Carlos o Iñaki Williams: "El racismo en los estadios españoles existía antes de que yo hubiese nacido", señala el brasileño al compartir un vídeo de 1997 en el Camp Nou con gestos y gritos racistas hacia Roberto Carlos. "¿Qué ha cambiado hasta hoy?", se cuestiona el brasileño. Por el camino, él creó en 2021 el Instituto Vini Jr. para contribuir a la educación de los niños brasileños mediante el fútbol y la tecnología.

'War', más que un tatuaje

Su cruzada no va a parar aquí: luchará hasta el final. Ya en enero de ese mismo año, Vini se tatuó estos versos de 'War', la canción de Bob Marley: "Mientras el color de la piel sea más importante que el brillo de los ojos, habrá guerra". Un mantra bélico que no es el mensaje de una taza, sino entronca con su último mensaje en Twitter en el que se ve a sí mismo como un mártir en potencia: "Cuenten conmigo porque los buenos son la mayoría y no voy a desistir. Tengo un propósito en la vida, y si tuviera que sufrir más para que las generaciones futuras no pasen por situaciones parecidas, estoy listo y preparado".

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