Maratón

Catherine Drysdale se convierte en la primera mujer que gana la Maratón de Hielo de la Antártida

La australiana hace historia en la Maratón de Hielo de la Antártida al ganar este reto extremo con un tiempo de 3 horas, 48 minutos y 43 segundos.

Catherine Drysdale

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Correr una maratón ya es, de por sí, un desafío extremo. Hacerlo en la Antártida, a temperaturas bajo cero y sobre un glaciar, lo convierte en una auténtica prueba de resistencia física y mental.

Cada año, algunos de los corredores más atrevidos, y también más adinerados, del mundo se dan cita en la Maratón de Hielo de la Antártida, una carrera de 42,2 kilómetros que se disputa en el glaciar Union, a 1.000 kilómetros del Polo Sur. La inscripción ronda los 24.000 euros y las condiciones son extremas, con temperaturas cercanas a los -20 ºC y fuertes rachas de viento.

Una edición histórica

En su vigésima edición la prueba ha vivido un momento histórico. Por primera vez, una mujer ha cruzado la línea de meta en primera posición. La australiana Catherine Drysdale, de 35 años, se proclamó campeona con un tiempo de 3 horas, 48 minutos y 43 segundos.

"He corrido otros maratones, pero este es muy duro."

Catherine Drysdale, maratoniana

"Es diferente a todo lo que he hecho. He corrido otros maratones, pero este es muy duro. Cada vez que sufría, me recordaba a mí misma que estaba corriendo en la Antártida", explicó la atleta tras la carrera. "A veces no podía salir de ese sufrimiento, pero me siento tan bien de estar aquí, y el apoyo es increíble, como, la gente en las estaciones de ayuda y el estímulo a lo largo del camino, simplemente un evento increíble. Así que, estoy zumbando, pero tengo frío helado. Frío helado", sentenció la aussie.

Drysdale se impuso al ruso Denis Nazarov, que finalizó en segunda posición, y al belga Rune Buyl, tercero. En total, en esta edición del maratón más austral del mundo participaron corredores de 20 países.

Una superficie traicionera

A diferencia de otras pruebas, en esta carrera no solo se compite contra el cronómetro. La superficie helada y traicionera del glaciar obliga a mantener una concentración constante para evitar resbalones y caídas, convirtiendo cada kilómetro en un reto adicional.

Con su victoria, Catherine Drysdale no solo se colgó una de las medallas más frías del planeta, sino que también ha reescrito los libros de récords al convertirse en la primera campeona femenina de la Maratón de Hielo de la Antártida, marcando un antes y un después en la historia de esta competición extrema.

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