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EN EL MUSEO REINA SOFÍA

Un sofisticado robot destripa el Guernica de Picasso

Algo se mueve por las noches en el Museo Reina Sofía. Junto a las grandes obras de arte y en medio de la oscuridad, trabaja un sofisticado robot, cuyo objetivo es fotografiar y estudiar a fondo  el Guernica de Picasso.

A sus 75 años de vida, está considerada una de las obras de arte más universales de la historia y sin embargo el Guernica de Pablo Picasso todavía parece tener mucho que contar. Desde hace algunos días el cuadro convive con un preciso robot que por las noches retrata el cuadro extrayendo de miles de imágenes en alta resolución.

"Esas fotos lo que nos van a permitir es conocer el estado de conservación de la obra y sus materiales. Vamos a utilizar diferentes estudios que nos permiten ver diferentes aspectos tanto de la superficies como de las capas que componen la obra" asegura el jefe del departamento de restauración del Museo Reina Sofía.

Es la primera vez que se instala un robot de estas características en un museo. Se ha diseñado en exclusiva para la ocasión. Colocado sobre dos ejes cartersianos, en cada sesión de trabajo, recorre milímetro a milímetro el lienzo. Aseguran los expertos que a lo largo de sus 27 metros cuadrados el Guernica guarda muchos secretos. Antes de establecerse en nuestro país el mural realizó de viajes.

Esta investigación permitirá conocer entre otras cosas en qué estado se encuentra el lienzo. Toda información que se saque que haga que la gente se pueda interesar no sólo del punto de vista artístico sino también técnico siempre está bien. El Guernica tiene un delicado estado de salud. Cuando llegó a nuestro país, a principios de los 80, lo hizo a través de estudiadas maniobras para evitar daños. Con este profundo viaje a su interior, los restauradores podrán conocer un poco más la obra de arte y adelantarse a su deterioro.

 

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