Muere Preta Gil, cantante e hija del legendario músico brasileño Gilberto Gil, a los 50 años

La cantante brasileña Preta Gil ha fallecido este domingo a los 50 años tras una larga lucha contra el cáncer. La enfermedad le fue detectada en el intestino en enero de 2023 y, desde entonces, se sometió a diversos tratamientos de quimioterapia y radioterapia. Aunque inicialmente lograron frenar el avance del tumor, en 2024 se confirmó que el cáncer se había extendido a otros órganos.

Desde el pasado mes de mayo permanecía ingresada en un hospital de Estados Unidos, donde finalmente se produjo su fallecimiento. Preta Gil, hija del icónico cantautor Gilberto Gil, creció rodeada de música y arte. En 2003 lanzó su primer álbum, 'Prêt-à-porter', en un momento en el que su padre ejercía como ministro de Cultura durante la primera presidencia de Luiz Inácio Lula da Silva.

A lo largo de su carrera, no solo se consolidó como cantante, sino también como presentadora de televisión y actriz de telenovelas. Además, fue la creadora y alma del popular grupo de carnaval 'Bloco da Preta", que cada año llenaba de color y ritmo las calles de Río de Janeiro.

Su padre, Gilberto Gil, de 83 años, anunció a principios de este año su última gira por Brasil. En algunos conciertos, llegó a compartir escenario con Preta, hasta que el empeoramiento de su salud le obligó a suspender sus apariciones públicas y trasladarse a Estados Unidos para recibir tratamiento especializado.

Muere Luvi Torres tras rechazar un tratamiento oncológico

La muerte de Preta Gil ocurre después de otro desafortunado fallecimiento a manos del cáncer. Hablamos de Luvi Torres, quien con tan solo 36 años perdió la batalla contra el cáncer, que decidió no tratar con medicina tradicional. Su muerte ha sido confirmada por el Instituto Nacional de Música Argentina (INAMU) a través de sus redes sociales.

Pero más allá del dolor por la pérdida, la figura de Torres ha quedado envuelta en una fuerte polémica que sacudió al mundo artístico argentino. En 2023, la artista comunicó públicamente que había optado por no recibir ningún tipo de tratamiento médico oncológico, apostando en cambio lo que definía como un camino de "autosanación".

Desde entonces, defendió una visión alternativa de la enfermedad, basada en prácticas espirituales, el chamanismo y el poder del canto. Lo llamó el método 'Cantar Sana', y aseguró que había logrado curarse a través de él. También ofreció charlas y talleres donde sostenía que el canto y la música podían sanar dolencias graves, incluido el cáncer.

Aquellas declaraciones generaron fuertes críticas por parte de médicos, expertos en salud pública y parte del colectivo artístico, que consideraron que sus mensajes podían ser peligrosos para otras personas en situación vulnerable.

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