La leyenda de Sant Jordi: Un dragón, una princesa y el origen de la rosa y el libro

Sant Jordi es un de las grandes celebraciones en Cataluña ya que se trata de la festividad del patrón de la comunidad. El 23 de abril las calles de ciudades y pueblos se abarrotan de gente y de puestos de venta de libros y rosas para recordar esta costumbre basada en el amor y la cultura.

Detrás de toda buena tradición hay una leyenda y la de Sant Jordi es de las más bonitas. Ella cuenta que hace mucho tiempo, en Montblanc (Tarragona) un feroz dragón capaz de envenenar el aire y matar con su aliento, tenía atemorizados a los habitantes de la ciudad.

Los habitantes, cansados, decidieron ofrecer a la bestia comerse una persona al día que se elegiría por sorteo, para calmar sus ansias de mal.

La mala suerte hizo que, tras varios días, la princesa fuera la elegida. Cuando esta se dirigía hacia el dragón, un caballero llamado Sant Jordi, con brillante armadura y caballo blanco, apareció en su rescate. Sant Jordi alzó su espada y atravesó al dragón, liberando por fin a la princesa y a los ciudadanos.

De la sangre del dragón brotó un rosal con las rosas más rojas que jamás se habían visto. El caballero arrancó una y se la entregó a la princesa.

Regalar rosas es lo más significativo de esta festividad, tradicionalmente es el hombre quien debe entregársela a su amada. Sant Jordi es considerado el San Valentín catalán, el patrón de los enamorados en Cataluña.

Pero, además, el 23 de abril es el Día Internacional del Libro por lo que también se regalan libros, una de las tradiciones más arraigadas dentro de la cultura catalana y española en general.