Fallas de Valencia 2023

Cuál es el origen de las Fallas de Valencia

Las Fallas de Valencia son tradición, color, fuego, arte y sátira. Tal y como las conocemos son una fiesta declarada Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO, pero ¿cuál es el origen de las Fallas? Aquí, te lo contamos.

Un operario trabaja en el montaje de una falla

Un operario trabaja en el montaje de una falla, este lunes, en el inicio de la semana grande de las Fallas de ValenciaEFE

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¡Ya estamos en Fallas! La fiesta grande de Valencia ya está aquí. Los valencianos y las valencianas disfrutan del 1 al 19 de marzo de las Fallas, entre ninots, pirotecnia y mucha luz.

Aunque el origen de las Fallas atiende a varias versiones, lo que es una realidad es que esta fiesta ha alcanzado una gran popularidad y ha sido catalogada como Fiesta de Interés Turístico Internacional y, desde 2016, Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO.

La denominación de falla procede del término latino fácula, que significa antorcha. Por ello, esta fiesta está marcada por las hogueras y el fuego, el hilo conductor de toda la fiesta.

La historia de las Fallas de Valencia

La historia de las Fallas de Valencia se cree que puede tener un origen similar al de las hogueras de San Juan, un rito para iniciar la nueva estación de la primavera, ya que siempre se celebraba el 19 de marzo.

Otra teoría es que los carpinteros valencianos tenían la costumbre de quemar las estructuras de madera con las que alzaban los candelabros en invierno para que hubiera más luz, estos palos se llamaban parots. Con los años, además de convertir en cenizas solo los palos, los carpinteros también quemaban trastos viejos, que iban añadiendo a la madera, tales como objetos, harapos, etc., con los que iban decorando los parots y dieron lugar a los ninots.

En 1740, un bando prohibió las fallas y las hogueras en las calles estrechas, solo se permitía en las plazas anchas. Así, los valencianos y valencianas lo que hicieron fue colgar muñecos satíricos en los balcones durante la Cuaresma.

En el siglo XIX, la tradición fue evolucionando y los ninots se colocaban encima de plataformas de madera en la mañana del 18 de marzo y se quemaban esa misma noche, en la víspera del día de San José.

Aunque hubo épocas de censura, las fallas adquirieron el tono satírico que las caracteriza y, a finales del siglo XIX, se repartían folletos en los que se explicaba el significado de cada falla. Estos llibrets eran vendidos por los niños en las calles.

En el siglo XX, la fiesta ya alcanzó mayores dimensiones y se otorgaron los primeros premios, en los que se valoraba la estética de la obra. Poco a poco, algunos valencianos se fueron profesionalizando hasta ser artistas falleros.

En la actualidad, los ninots componen grandes fallas representando estas fallas la cultura, la situación social, la sátira y la alegría de los valencianos. Las fallas son obras de arte efímeras con grandes presupuestos, algunos millonarios. El tiempo de elaboración de la mayoría de fallas es de, al menos, un año.

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