Ava Gardner a la que bautizaron como "el animal más bello del mundo", vivió una apasionada vida en nuestro país. Su fascinación por los toros y los toreros y su debilidad por el alcohol y las fiestas forman parte del documental, "La noche que no acaba" que se presenta al festival de San Sebastián.
Llegó a Tossa de Mar en 1950 para rodar "Pandora y el holandés errante". Ella ya era todo un mito de Hollywood y España la cautivó. Nunca había salido de Estados Unidos, nunca había volado lejos de la jaula de oro de Hollywood y la España de los años 50 le cautivó.
Por aquel entonces, en Tossa del Mar, donde las muchachas aún se ruborizaban por ir en traje de baño, aterrizó el rodaje de "Pandora y el Holandés Errante" y al frente de él el animal cinematográfico más bello del mundo.
La vida para muchos no volvería a ser nunca igual, personajes ordinarios como Manel, fotógrafo o Pera, pescador o Paco Miranda, pianista del Hilton, que como otros compartió cama con Ava Gardner pero a su manera.
Su querencia por los saraos, su afición por los toros y los toreros, su amargura y su vulnerabilidad, Ava Gardner convirtió España en su refugio, un cubil ahora iluminado por "La noche que no acaba". Su estreno en el próximo Festival de San Sebastián.
