A la vanguardia en tratamientos contra los daños por ictus

Estos tratamientos suponen además un importante ahorro en el gasto en sanidad

Amparo sufrió un infarto cerebral agudo en 2012. Quería levantarse de la cama, pero su cuerpo no le respondía. La llevaron rápidamente al hospital insular de Gran Canaria y allí se puso en manos de la unidad del ictus. Hoy hace vida normal.

Los síntomas típicos del infarto cerebral son debilidad en 1 brazo o 1 pierna, incoherencia en el habla o una desviación de la boca. Ante eso es fundamental actuar en las primeras 4 horas y media.

Se activa entonces el código ictus: se intenta disolver el coágulo con fármacos, pero si no se puede o el trombo está en una arteria grande se usa esta otra técnica que solo aplica el insular.

Así llega de nuevo oxígeno a los tejidos. De los 85 pacientes tratados por esta unidad desde 2007, 80 volvieron a su vida normal, ahorrando también un importante gasto en sanidad y dependencia.