Una sala de velatorio para beber alcohol, drogas y mantener relaciones sexuales

Han roto los cristales a pedradas, los sarcófagos de mármol destrozados y alrededor en vez de, si acaso, coronas de flores encontramos basura, de comida bebida e incluso preservativos. El cableado eléctrico está inservible, las puertas dañadas y la entrada llena de escombros. Así está el velatorio de Jinámar, se creó hace 4 años porque no tenía ningún sitio para velar a sus muertos en este barrio, pero nunca se inauguró.

Pero el abandono lo encontramos también a pocos metros del velatorio, la casa de la Condesa está así. Ordenadores y teléfonos en el suelo, papeles revueltos e incluso patrimonio histórico destrozado.

El ayuntamiento de Telde, pese a nuestra insistencia, no se aclara con a qué concejalía corresponde este asunto y al final no han dado explicaciones sobre este tema.