Ya tienen las pistolas. El militar que las robó estaba presente en el registro de esta finca, propiedad de un familiar en Valleseco. Quiso despistar a la Guardia Civil, durante todo el día buscaron con detectores de metales, pero finalmente confesó... las había cambiado de sitio. Aparecieron, dentro de esta mochila bajo tierra, en unos terrenos del Salto del Negro, también de la familia del ladrón. Se las llevó de la base naval una noche que estaba de guardia.
Las sacó en coche, quiso venderlas en el mercado negro, todo con la ayuda de un amigo, un civil, que también fue detenido. Pero la prensa publicó el robo, se asustó y las escondió.
Siguen sin aparecer dos pistolas de la base aérea de Gando, delegación ha insistido en que no tiene nada que ver con este caso, que ocurrió hace bastante tiempo y que se trata de una desaparición de armas privadas y no de un robo.
