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EMOCIÓN POR VER EL AGUA

¡A la playa!...Diez años después

Un grupo de mayores de una residencia disfrutan de un día de playa.

Esta actividad ha permitido que estos ancianos puedan alejarse por unas horas de médicos y camillas

Rosario no ha vuelto a la playa desde que le diagnosticaron Parquinson, hace más de siete años. Hoy, muy emocionada, vuelve a sentir el mar en sus pies.En el caso de Juan, han sido nueve años sin pisar la arena.

Son los usuarios de una residencia de ancianos, que han decidido que no podían seguir viviendo en Canarias de espaldas al mar.

Que se lo digan si no a María José, sin venir a darse un chapuzón desde 2006.

O a Manuel, loco por ver sobre todo.

La reacción de ambos lo dice todo: caras de sorpresa, de emoción e incluso de cierta libertad, de la que normalmente no disfrutan. Aquí, bajo el sol y lejos de camillas o médicos, casi entran ganas de arrancarse a cantar.

Sin duda, la mejor medicina.

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