Ecologistas en Acción denuncia que el gobierno de Canarias no cumple todas las normas europeas en materia de vertidos
Es el último vertido que ha sufrido Canarias. Está en La Laja. Por una avería se vertió al mar aguas sin depurar, y llegaron a la costa porque el emisario lleva dos meses sin ser reparadora. La gestión es de Emalsa.
Gran Canaria sufre otro vertido histórico. Es en Bocabarranco, municipio de Gáldar. Aquí se vierten aguas directamente al litoral porque no se ha construido un emisario. Cuando hay problemas en la depuradora, los vertidos son de aguas negras.
Tenerife también tiene sus banderas negras, sobre todo en la cara este de la isla. Los municipios de Candelaria y Güimar son los más afectados por problemas en el funcionamiento de las depuradoras.
Y es que, como denuncia Ben Magec ecologistas en acción, la mitad de los municipios canarios no cumplen las leyes.
En La Palma precisamente la depuración está detrás e los vertidos que sufre el litoral de Tazacorte, en el oeste de la isla bonita. En ocasiones se prohíbe el baño aquí.
En Lanzarote, el litoral de los municipios de Tías y Arrecife es el más afectado por la contaminación. En Puerto del Carmen, hay hasta cuatro puntos negros por el mal estado de las instalaciones, tanto de depuradoras como de emisarios.
Fuerteventura tampoco está al margen de esta mapa de vertidos fecales. Playa Chica, en el corazón de Puerto del Rosario, sufre vertidos en ocasiones por deficiencias en la red.
Este cúmulo de despropósitos se podría evitar, pero los presupuestos del Gobierno de Canarias contemplan pocas inversiones.
Así las cosas, el archipiélago continuará sufriendo episodios de contaminación en sus playas. Con y sin prospecciones
