Más de 2.000 personas se han beneficiado de la ayuda prestada por La Despensa, una ONG que reparte en Tenerife comida a personas sin hogar. Ahora es la propia organización quien necesita ayuda. Al borde de un desahucio por impago tras no llegar las ayudas prometidas por las Administraciones afrontan un nuevo tras pies. El fallecimiento de sus fundadores en el transcurso de una semana, quienes dedicaban sus dos pensiones no contributivas a los gastos de La Despensa.
El hijo de ambos tuvo que recurrir a un préstamo para pagar el entierro de su madre y hoy no sólo llora la pérdida de su padre sino ha tenido que recurrir a la beneficencia para sufragar el sepelio. Sin ayudas externas de empresas y administraciones públicas es poco probable que la labor altruista de sus fundadores pueda seguir llevándose a cabo. Una familia que ha repartido más de 110 toneladas de alimentos no sólo a particulares sino también entre asilos de ancianos, centros de menores o instituciones de acogida.
