El timple pone el broche de oro a un discurso de unidad
Acto histórico. Los representantes de la sociedad civil canaria asistían anoche a la presentación del nuevo Estatuto de Autonomía de Canarias. En los discursos sonaron más las palabras consenso, esfuerzo y sobre todo futuro. El propio presidente canario aseguraba que no querían romper puentes, pero sí exigir un trato diferente.
Representantes de todos los partidos, de ayuntamientos, cabildos y parlamento canario han querido estar presentes en un acto que todos calificaban de histórico.
Que llega tras años de esfuerzo.
Y en el que todos han querido caminar en el mismo sentido.
De hecho si algo se destacaba en los discursos es que éste es el Estatuto de todos. Los empresarios alababan el consenso y los sindicatos exigían que el papel se traduzca ahora en mejoras en la sociedad canaria.
La Ministra Batet, única representante del Gobierno central, alababa la lealtad y el compromiso del ejecutivo con la diferencialidad de Canarias.
Diferencia que destacaba Clavijo en su discurso final, ni superiores ni inferiores, recalcaba, diferentes y orgullosos, aseguraba del futuro que supone este nuevo estatuto.
El timple canario ponía el broche final a un discurso sobre Unidad, esfuerzo, el respeto, avance y oportunidades.
Discurso que precisamente se convirtió en la anécdota del acto. El Presidente sube hacia el atril y comienza a hablar, pero le interrumpen las risas.
Clavijo mira la pantalla que hay justo detrás, pero sólo lee y la gente ríe aún más.
Sigue sin entender el motivo de las risas, pregunta y alguien le aclara.
segundos antes había podido leerse "batería baja".
Tras la broma, ya sí, Fernando Clavijo retoma su discurso y una vez finalizado vuelve a su asiento, donde todo el mundo lo felicita, la ministra, más cariñosa, intenta dos besos, que se quedan en uno, a la manera canaria
