El avión del Presidente chino y su comitiva llega a Gran Canaria pasadas las diez de la noche. Unos minutos después, Xi Jinping y su esposa desembarcan, saludando a los cientos de personas entre autoridades españolas y representantes de la comunidad china, que les esperan a pie de pista bajo la lluvia. El mandatario chino, seguido en todo momento por la televisión de su país, se detiene apenas unos minutos para saludar y recibir flores. Enseguida se dirige al vehículo que, entre fuertes medidas de seguridad, le traslada al sur de la isla, donde ha pasado la noche.
Xi Jinping recibía a medio día a Soraya Sáenz de Santamaría en un salón montado por el presidente chino para la ocasión. La reunión ha durado unos 40 minutos.
El encuentro ha transcurrido bajo fuertes medidas de seguridad. Policías apostados en la entrada y en las zonas altas del hotel, donde los clientes esperaban con expectación. Al igual que los turistas que disfrutan de sus vacaciones en Maspalomas.
Mientras tanto, en la reunión, la vicepresidenta ponía en valor la cooperación entre ambos países y su compromiso de aumentar el número de vuelos con china para atraer más turismo.
Ya de por sí la visita del presidente chino es una forma de promocionar España y Canarias en su país.
Aunque al final el presidente chino ha estado menos tiempo del programado y no visitará la Casa de Colón como tenía pensado. Un accidente en una central eléctrica en su país con decenas de muertos la ha hecho adelantar su partida.
