Derriban por orden judicial una granja en Fuerteventura por estar en un terreno que no tiene uso agrícola. Los propietarios denuncian que es su medio de vida y que no tienen donde reubicar sus 600 cabras. El derribo se ha ejecutado con los animales dentro. Ahora quieren que se busque una solución.
Son las consecuencias, según los propietarios, del derribo hoy de una granja ilegal en el alto de Esquinzo, en el municipio majorero de La Oliva. Se ha llevado a cabo sin haber podido trasladar a las 600 cabras que había a otra instalación. Los nervios por la situación y por ver lo que les pasaba a los animales han podido con los dueños.
La agencia canaria del protección del medio urbano y natural, junto a la guardia civil y varias máquinas han sido los encargados de ejecutar la sentencia de un juzgado. La granja está en un terreno no calificado para uso ganadero. Pero al ejecutar la orden parece que nadie ha contado con dónde meter los animales como expresaba nerviosa la dueña y su tía.
Ahora están intentando que el cabildo u otra institución les proporcione un lugar donde llevar las cabras, su único medio de vida.
