La de Tenerife podría empezar el año próximo
Y en la cumbre Canarias Estado celebrada ayer, el presidente Clavijo y el Ministro Soria acordaron impulsar la construcción de las regasificadoras de Tenerife y Gran Canaria, proyectos en los que se invertirían 300 millones de euros para cada una. La planta de Gran Canaria es la que más dificultades tiene para salir adelante porque se oponen rotundamente a su construcción. las administraciones donde pretende ubicarse.
El gasóleo, derivado del petróleo, su procesamiento cuesta el doble que el gas natural y es más contaminante. Su introducción en Canarias, única comunidad a la que no llega el gas en la actualidad, permitiría reducir casi 2 millones y medio de toneladas el CO2 a la atmósfera. Son los argumentos de la empresa interesada en instalar estas plantas en las islas y del Gobierno de España.
El Cabildo y el ayuntamiento de Agüimes aseguran que no van a ceder ante los chantajes y que Gran Canaria puede generar el 70 por ciento de su energía con la ayuda del viento, la fuerza del mar o el sol.
Solo podría salir adelante si el Gobierno declara esta planta bien de interés general, el ayuntamiento y el cabildo consideran esta opción una temeridad.
Donde hay mayor consenso es en Tenerife ya que todas las instituciones están de acuerdo con los beneficios que reportaría su instalación. Allí la regasificadora sería instalada en el polígono Industrial de Granadilla y tendría una inversión inicial de 300 millones de euros. Aunque de momento esta obra está paralizada la empresa que la realizará espera comenzar en 2016.
