Un coche negro de alta gama seguía al joyero de cerca. Éste sospechó y aparcó rápidamente su vehículo en la calle, enfrente de su taller. Cuando iba a entrar, los vió. Los uniformes no eran de una tienda de disfraces. Aun así, Fernando no hizo caso y se metió en su negocio.
Entonces apareció la Policía Nacional, por casualidad, seguían a los atracadores. Llevaban un coche robado y por eso eran vigilados. El coche policial quedó con numerosos daños materiales tras su persecución por el barrio de Villaverde de Madrid. Seis policías resultaron heridos leves.
Es la cuarta vez que intentan atracar a este artesano. En 2008 tuvo que saltar desde su taller, para salvar su vida. Se rompió las dos piernas, estuvo varias semanas hospitalizado y varios meses sin poder trabajar. En su taller empleaba a 40 personas, hoy son tres. Madrid, junto con Barcelona y algunas provincias de la Costa del Sol son las zonas donde más siniestros a joyeros se producen.
Por eso, solicitan un cambio en la Ley de Enjuiciamiento Criminal. Uno de los delincuentes tiene 75 detenciones, una de ellas por homicidio.
