Investigaciones para la prevención de la muerte de niños por falta de oxígeno durante el parto.

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De la Universidad de Santiago

Científicos españoles logran acabar con las bacterias de la tuberculosis y el cáncer de estómago

Según un estudio que se publica en la revista ACS Chemical Biology, científicos españoles de la Universidad de Santiago han conseguido "matar de hambre" a las bacterias causantes de la tuberculosis y la del cáncer de estómago

Mycobacterium tuberculosis y Helicobacter pylori son dos bacterias patógenas importantes. La primera es causa de la tuberculosis y la segunda del cáncer de estómago. Evitar su proliferación o acabar con ellas es lo que han conseguido investigadores españoles. Literalmente las han "matado de hambre", como explican en el estudio publicado en la revista ACS Chemical Biology.

Investigadores del Centro Singular de Investigación en Química Biológica y Materiales Moleculares de la Universidad de Santiago (CIQUS) han conseguido descubrir las claves para "matar" una enzima crucial en la proliferación de estas dos bacterias.

Resulta útil por la prevalencia de las infecciones y la creciente resistencia a los antibióticosLa prevalencia de la tuberculosis y de infecciones, junto al creciente problema de la resistencia a los antibióticos, provocan un gran interés entre los académicos y la industria farmacéutica a la hora de desarrollar estrategias más eficaces para combatir las infecciones bacterianas.

Los científicos, dirigidos por Concepción González Bello, han conseguido "engañar" a estas bacterias, evitando el "normal funcionamiento" de una de las enzimas que necesitan para sobrevivir. Para ello, diseñaron compuestos muy parecidos a los que la bacteria utiliza habitualmente, pero evitando con ello que ésta funcione con normalidad.

Se trata, por tanto, de un método que impide la producción de nutrientes esenciales para la vida de la bacteria provocando que, finalmente, se "muera de hambre". "Una gran ventaja de este engaño reside en que los animales no poseen dicho enzima, por lo que esperamos que estos compuestos no tengan efectos perjudiciales en el ser humano", explican los expertos.

Para el diseño de los compuestos, los investigadores han utilizado diversos programas informáticos que permiten prever de antemano el efecto de los mismos sobre el enzima. Esto facilita escoger aquellos compuestos que, a priori, serían los más efectivos para, a continuación, prepararlos en el laboratorio y ensayarlos con la enzima.

El grupo de investigación ha logrado, además, obtener datos reales del proceso gracias a la resolución, mediante técnicas de rayos X, de las diversas estructuras interaccionando con el enzima. Esto ha permitido demostrar la idea inicial y continuar así con el proceso de optimización de dichos compuestos.

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