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ENVÍA UNA CARTA A TSIPRAS

El Eurogrupo rechaza continuar negociando con Tsipras hasta que se celebre el referéndum

Desde las instituciones europeas la postura se mantiene tan inflexible como desde el gobierno griego. Bruselas asegura que ya no hay nada que hablar con Alexis Tsipras hasta que no pase el referéndum del domingo y se conozca el resultado. El presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, ha remitido una carta a Tsipras recordándoselo por escrito.

El presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, ha informado por carta al primer ministro griego, Alexis Tsipras, de la decisión del Eurogrupo de aparcar las negociaciones sobre un eventual nuevo rescate hasta que se celebre el referéndum del próximo domingo, al tiempo que le ha advertido de que debe cumplir "totalmente y a tiempo" con las obligaciones de pago con sus acreedores europeos.

"Quisiéramos recordar que el 20 de febrero, las autoridades griegas acordaron reiterar su compromiso inequívoco de cumplir totalmente y a tiempo con sus obligaciones financieras con todos sus acreedores", dice la carta remitida a Tsipras por el holandés, como presidente del consejo de gobernadores del fondo de rescate europeo (MEDE).

Además reitera que la petición de Atenas de negociar un tercer rescate de 29.100 millones de euros en dos años para hacer frente a los vencimientos de deuda en el periodo 2015-2017 será estudiada "solo después y sobre la base del resultado del referéndum".

Dijsselbloem explica al primer ministro griego que las consecuencias de la negativa del Eurogrupo a prorrogar el segundo rescate más allá del 30 de junio, no sólo supuso que el programa expirara la pasada medianoche.

También dejó sin efecto los acuerdos que preveían otros apoyos, como los 3.300 millones de euros correspondientes a los beneficios obtenidos por el Banco Central Europeo (BCE) con la compra de deuda griega en 2010. Según fuentes comunitarias, Grecia perdió 16.000 millones de euros al caducar el rescate.

El próximo 20 de julio, Grecia tendrá que hacer frente a un pago de 3.500 millones de euros al Banco Central Europeo.

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