Ejemplar de dragón marino

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EN AUSTRALIA

Graban por primera vez en vivo al dragón de mar rubí en estado salvaje

Un grupo de investigadores ha conseguido captar imágenes del dragón de mar rubí, una especie descubierta por primera vez en 2015. Con esta grabación han descubierto que esta especie carece de apéndices en forma de hoja y constatan el color rojo intenso de la especie y las características de su hábitat.

Un grupo de investigadores del Instituto Scripps de Oceanografía y el Museo de Australia Occidental llevaron a cabo en abril de 2016 una expedición científica en el archipiélago de Recherche, en Australia Occidental, que permitió grabar en vivo al dragón de mar rubí en estado salvaje, en la que se ha convertido en la primera grabación de esta especie en la naturaleza.

Tras varios días de búsqueda con un mini-vehículo operado remotamente a una profundidad superior a los 50 metros, los investigadores realizaron los primeros avistamientos de esta especie (descubierta por primera vez en 2015) a la que grabaron durante 30 minutos.

Los científicos han descubierto que, entre los rasgos más característicos de este animal, se ha descubierto que carece de apéndices en forma de hoja, como los que usan sus parientes para camuflarse entre los pastos marinos.

En 2015, los biólogos marinos del Instituto Scripps de Oceanografía, Josefin Stiller y Greg Rouse, junto con Nerida Wilson, del Museo de Australia Occidental, descubrieron esta nueva especie que había sido identificada erróneamente como dragón de mar común.

La grabación también constata el color rojo intenso de la especie y las características de su hábitat, diferente a los arrecifes de algas en los que viven sus parientes (son habituales las esponjas en vez de las algas) así como las especifidades de su cola con la que se aferran a los objetos en las aguas de gran oleaje donde se encuentran.

Los investigadores creen que el dragón de mar rubí perdió sus apéndices durante la evolución de la especie, y que su color rojo actúa como camuflaje en aguas profundas y poco iluminadas.

Por otro lado, también observaron cómo el dragón rojo se alimentaba golpeando a su presa, un comportamiento bastante común en esta especie. Por todo ello, los científicos demandan una mayor protección de la especie "tan pronto como sea posible".

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