Llegan buenas noticias a los Manantiales: Camila está viva y viene de camino a Puente Viejo. El alivio que siente Beatriz es indescriptible, quien desde que ha conocido que Hernando tiene esposa, soñaba con tener una compañía más grata que la de su tutor.
Por fin, en la plaza del pueblo, se encienden las primeras farolas eléctricas con una bonita fiesta de inauguración de la luz eléctrica en Puente Viejo. Hipólito y Onésimo presentan el nuevo alumbrado del pueblo ante la espectación de los allí presentes.
Vuelve el cazatalentos que escuchó cantar a Prado para insistir en ofrecerle una formación equiparable a su talento y la chica acepta ir a Madrid, pero tiene que partir mañana mismo.