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Los García Tenorio son los primeros. Llevan años compartiendo su calle y su vida con las “cundas”, los coches que a modo taxi pirata llevan a los toxicómanos a los hipermercados de la droga. Para llegar a su casa tienen que sortear a adictos, la calle huele mal, y los gritos y las peleas no les dejan descansar ni con la ventana cerrada.

Jamás se imaginaron que su casa en un céntrico barrio de Madrid de clase media acabaría convirtiéndose en una condena.

El viaje de la cunda acaba en barrios como los “Colorines”, de Badajoz. Allí están acostumbrados a ver “muertos vivientes” y agentes de la policía derribando puertas acorazadas. Es un hipermercado de la droga de Badajoz, donde viven familias como los Vega Salazar, gitanos trabajadores que a base de esfuerzo y diseño han convertido su casa en una burbuja aislada de un barrio tan conflictivo.

Quienes mejor conocen esos poblados son los agentes de policía que se lo patean día tras día. El agente Jesús Rial, casado y con hijos,  se conoce el poblado de Penamoa, en A Coruña, como nadie. El lucha contra “los malos” y para no olvidar su objetivo, tienen una foto de su hijo mayor presidiendo su taquilla..

La madre de Iván tiene la foto de su hijo esperándole en la habitación. Él no pudo ceder a la tentación el día que se cruzó en su camino la cocaína. Destrozó su vida y la de sus padres, su abuela y su hermana. Ahora está en un centro de desintoxicación y recibe la visita familiar cada quince días. Maneras de Vivir ha acompañado a la familia en su esperanza por vencer a la droga.

Droga a la vista, este martes 9 de noviembre, después de Física o Química, en Maneras de Vivir.

 

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