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DESAHUCIOS
La inquilina con la que se solidarizó Irene Montero se niega a abandonar el inmueble: "He cuidado la casa como si fuera mía"
En ciudades grandes como Madrid y Barcelona actualmente hay un problema grave en cuanto a la vivienda por la grandes subidas del precio del alquiler. El caso de Livia y su familia, los cuales iban a ser desahuciados, se conoció a través de una publicación de Irene Montero en Twitter.
El 22 de Octubre de 2019 Irene Montero, portavoz de Unidas Podemos denunciaba en su cuenta de Twitter: "Livia, Juan y sus tres hijos pueden ser desahuciados por no poder afrontar la subida abusiva de su alquiler. Pedimos a la propietaria de la casa, Esther Argerich, que negocie una solución para que puedan seguir en el barrio en el que llevan viviendo 12 años". A raíz de esto, el caso se hizo viral y hoy Livia ha querido hablar para Espejo Público.
En este momento el desahucio está paralizado. "Tuve el acompañamiento de mucha gente que están protestando pacíficamente para visibilizar estos incrementos abusivos, que con los sueldos precarios que tenemos nos aumentan los alquileres por encima de nuestras capacidades" ha dicho la inquilina.
La propietaria salió llorando el pasado martes 10 de diciembre ante la nueva paralización y Livia ha asegurado que han intentado negociar con ella, pero que no han obtenido resultados. "Nunca nos hemos negado a negociar con ella, le hemos pedido directamente y se ha negado rotundamente". A día de hoy, Livia comenta que está inscrita en la bolsa y es probable que se le asigne un piso.
"Si a una familia le exigen una subida de 300 euros de golpe cuando los salarios siguen para mucha gente estancados, sucede que muchas familias se plantan. El 95% de los casos estamos llegando a acuerdos, pero deberían ser las administraciones públicas quienes regulen los precios como ya se está haciendo en Francia" afirmaba Jaime Palomera, del sindicato de inquilinos.
El piso en el que ha vivido Livia junto a su familia desde hace 12 años es de 140 metros, y está ubicado en el barrio de Gracia en Barcelona. Además la inquilina explica que no dejó de pagar en los años que lleva viviendo allí y que ahora mismo sigue pagando aunque esté fuera de contrato.
Finalmente Jaime Palomero asegura que actualmente llegan una media de 100 familias cada semana a la sede del sindicato de inquilinos en Barcelona en una situación difícil y pide que este problema de los alquileres se regule y termine lo antes posible.
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