BETTY VE TELENOVELAS
Un enlace empresarial y otro sentimental que lo cambian todo en Sueños de libertad
Hay acontecimientos que suponen un antes y un después y en Sueños de libertad lo hemos comprobado en los últimos tiempos: un enlace empresarial y otro sentimental lo han cambiado todo para los De la Reina.
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La familia De la Reina ha vivido en las últimas semanas dos circunstancias que han marcado todo un punto de inflexión en sus vidas tanto desde el punto de vista empresarial como emocional. Por un lado, la entrada de Brossard en la colonia y, por otro lado, la boda de Begoña y Gabriel.
Aquí mando yo

Por un lado, Brossard ha entrado pisando muy fuerte en la colonia, aunque fuera por la puerta de atrás. Justo es reconocer que fueron muy hábiles utilizando un testaferro para hacerse con el paquete accionarial mayoritario de su principal rival y también hay que indicar que tanto los De la Reina como los Merino se comportaron como auténticos novatos pensando que ese movimiento no iba a tener consecuencias.
Y no se han hecho esperar. Brossard tiene el 51% de las acciones y actúa como lo que es: el dueño mayoritario de la empresa. París decide y Toledo obedece en todo, desde los despidos hasta el método de venta en las tiendas.

En medio de toda esa hecatombe solo hay un De la Reina que está feliz, contento y satisfecho. Gabriel (Oriol Tarrasón). ¿Por qué? Porque ha conseguido el objetivo con el que llegó a Toledo. Destruir a los De la Reina, especialmente a Damián, que no es capaz de levantar cabeza desde que perdió la gran obra de su vida.
Eso sí, en esta situación no podemos evitar pensar en otro De la Reina. ¿Qué diría Jesús de lo que está sucediendo en su empresa? La alianza con Brossard era uno de sus grandes objetivos, por lo que estaría bastante satisfecho, aunque probablemente él hubiera jugado las cartas de otra manera para asegurarse el poder.
A partir de ahora, solo nos cabe observar hasta dónde llegará Brossard y qué parcela (o parcelita) de poder les quedará a los De la Reina y a los Merino. Hasta ahora la convivencia está resultando tensa, pero ¿se normalizará o se agudizarán las diferencias de opinión, criterio y visión empresarial? ¿Hasta dónde llegará Gabriel con tal de vengarse de su familia?
Deprisa y corriendo

Y en esa ecuación ahora entra en juego el segundo enlace que ha sorprendido a los De la Reina. Sin duda, casarse con Begoña (Natalia Sánchez) no estaba en el plan inicial de Gabriel y mucho menos tener un hijo, pero la vida da sorpresas hasta a los planificadores más maquiavélicos.
Esa boda ha sido un gran golpe para Andrés (Dani Tatay) que queriendo evitar un error solo ha conseguido precipitar los acontecimientos porque él es muy consciente de que Gabriel tiene una cara oculta que puede hacer mucho daño a la mujer que quiere.
Begoña ha dado un paso adelante, pero lo ha hecho sin tener toda la información necesaria. Y si el futuro de la empresa nos interesa, la situación de Begoña nos inquieta.

Ella está convencida de que se ha casado con un buen hombre y que formará la familia de sus sueños con el padre de su hijo, pero ¿qué pasará cuando descubra que su marido es un farsante? ¿Cómo reaccionará cuando sepa que su gran meta vital es destruir a la familia que la ha acogido a ella como a una más? ¿Cómo actuará cuando comprenda que su segundo matrimonio también tiene como base una mentira?
Y, de nuevo, Jesús aparece en nuestra memoria y, otra vez, estamos convencidos de que esbozaría una sonrisa al ver a su hermano penando por haber perdido a la mujer de su vida. Con todo lo que hizo Jesús para separar a su mujer y su hermano, hasta incluso después de muerto, ha tenido que llegar Gabriel para crear una gran barrera entre ellos. Eso sí, con la inestimable colaboración de María, que, por cierto, también era una buena aliada de Jesús.
Tal y como está la situación en la empresa y en la casa grande, nuestra gran esperanza está en Andrés. Si consigue desenmascarar a Gabriel, tal vez aún haya una esperanza para #Began y, además, tal vez haya una oportunidad para que Brossard De la Reina logre una fusión que no sea una absorción.
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