Las nuevas tecnologías llegan a las metrópolis para asegurar una mejor gestión

Son cientos las ciudades que crecen imparables a lo largo y a lo alto, y por lo tanto, cada vez hay más gente que las habita. Se calcula que en 2050 habrá en todo el mundo nueve mil millones de personas, y el 70% vivirá en una urbe.

Ahora el reto pasa por hacer su gestión inteligente. En Nueva York por ejemplo, hasta el 45% de su tráfico se debe a conductores en busca de aparcamiento.

La solución que han encontrado para solucionar este problema se basa en la tecnología. Para ello, van a instalar detectores y así, mostrar en Internet si una plaza en la calle está ocupada o libre.

Otra ciudad que utiliza este sistema es Barcelona. De esta manera, si se redujera a 12 minutos el tiempo que tardamos en buscar sitio, también reduciríamos la emisión de CO2 a la atmósfera.

Se trata de ciudades eficientes donde además germinan nuevos negocios. Para no dar vueltas con el coche en Madrid, ya hay empresas que permiten reservar plaza de parking desde casa y por menos precio.

Tal y como asegura un emprendedor en el tema, "estamos trayendo clientes a los aparcamientos y los clientes pagan mucho menos".

Cada elemento de la metrópoli es mejorable, desde los bolardos, hasta las marquesinas, pasando por el riego de jardines con detectores de humedad.

Aunque todas estas innovaciones son muy útiles, en el extranjero nos llevan ventaja.

Un caso curioso lo encontramos en Dinamarca. El servicio de préstamo de bicicletas de Copenhague incluye GPS y sensores para medir los niveles de contaminación al segundo.