Canarias
Un sicario se confunde y mata al hombre equivocado en Gran Canaria: "Fue una cagada"
En una de las conversaciones mantenida cuatro días después del crimen, se pueden leer frases como “tanto tiempo para venir a cagarla”, o “fue una cagada, muy suave, muy recagada”

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La Policía Nacional comunicaba esta semana que tras una larga investigación habían logrado esclarecer el asesinato cometido en Telde en junio de este año, tras la detención de dos nuevos implicados. Un asesinato de película cuya investigación concluía cinco meses después con la detención en Jaén y Sevilla de los dos últimos integrantes del grupo criminal implicado en la planificación, financiación y apoyo al asesinato.
Pero si el asesinato por un presunto ajuste de cuentas relacionado con el narcotráfico fue de película, los datos que se han conocido del informe policial lo son todavía más. Según el diario 'Canarias 7', la investigación por la ejecución de Jonathan Josué Delgado, alias 'el Conejero', dio un giro radical cuando la Policía Nacional realizó el volcado de los teléfonos móviles de los presuntos sicarios. Con su análisis han descubierto que el sicario se habría confundido de objetivo, es decir, habría matado presuntamente a la persona equivocada.
El supuesto error consistió en que Jonathan Josué Delgado Bordón no era la persona a la que debían matar, y sus ejecutores reconocían en los mensajes de sus teléfonos móviles que “la habían cagado”, y que por ello, no iban a recibir el pago prometido.
Presuntamente solo uno de ellos, Brayan, recibió 1.700 euros, que posteriormente transfirió al supuesto autor material de los disparos. Otro de ellos también habría recibido cerca de 1500 euros vía Western Union, que los investigadores creen que era para reenviar a los ejecutores.
Una víctima inocente y un plan fallido
Según el diario 'Canarias 7', estas conclusiones policiales se basan en el análisis del contenido del teléfono intervenido a Brayan Andrés F. R., en el que localizaron conversaciones, audios y capturas que evidenciaban que la operación no salió según sus planes. En una de las conversaciones mantenida cuatro días después del crimen, se pueden leer frases como “tanto tiempo para venir a cagarla”, o “fue una cagada, muy suave, muy recagada”, haciendo referencia al resultado de la ejecución.
El hombre al que les habían ordenado ejecutar sería el dueño de un gimnasio de artes marciales de Telde. “Me contactó una gente de Colombia y me ofrecieron 20.000 euros para ir a la isla e investigar al luchador propietario de un gimnasio”, habría revelado uno de los detenidos. ”Después me ofrecieron 40.000 euros para matarlo”. Pero el sicario se habría negado a cumplir la segunda parte, la del asesinato, por lo que la organización criminal se vio obligada a localizar a otro sicario, que si habría cumplido su función pero no de forma correcta.
Buscan a la mujer que ayudó al sicario
El nuevo sicario se equivocó de persona y acabó con la vida del hombre “equivocado”. El gran parecido físico de ambos fue uno de los motivos, unido a que son vecinos y junto a las prisas, llevó al fatal desenlace.
La Policía Nacional, tras la confesión del sicario, detenido dos días después del asesinato, busca ahora a una mujer que lo recibió en Gran Canaria y que le proporcionó ayuda para localizar a la víctima. Además investigan si fue esa misma mujer la encargada de proporcionar el arma al asesino.
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