Andalucía

Recorren más de un kilómetro agarrados a una cuerda para llegar al comedor escolar en Olvera, en Cádiz

Las familias de los pequeños exigen un comedor propio para que sus hijos no tengan que ir al de otro centro.

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Los escolares del colegio de Infantil y Primaria Miguel de Cervantes de Olvera en Cádiz caminan casi un kilómetro y medio todos los días para llegar al comedor. El motivo es que su centro escolar no cuenta con este servicio por lo que tienen que recorrer agarrados a una cuerda esa distancia hasta llegar al comedor escolar que se encuentra en otro colegio de la localidad, el San José de Calasanz. 15 son los niños que realizan ese recorrido, algunos de ellos tienen tres años y tras la jornada escolar tienen que andar haga frío o calor un día si y otro también. En el trayecto van acompañados por dos monitoras de la empresa adjudicataria del catering pero el peligro, señala Sandra Cabeza, presidenta del AMPA, es una realidad.

Hace unos días los padres se concentraron junto a sus hijos en la puerta del colegio en señal de protesta. Tras la concentración, el alumnado no asistió a clase. Y es que todo se complica aún más porque el año que viene, la empresa del comedor "nos ha comunicado que tampoco habrá monitoras para hacer el traslado hasta el colegio San José de Calasanz. Estamos cansados de mandar escritos a la Delegación de Educación solicitando soluciones".

De hecho el AMPA envió un nuevo escrito con 1200 recogidas tras la concentración y "la respuesta que recibimos a través del inspector y del director del colegio fue que después de Semana Santa se reunirían con nosotros", señala la presidenta de la Asociación de padres que manifiesta también que "sabemos que el informe de la empresa encargada de verificar si el centro tiene espacio para un comedor es favorable, de ahí que el Ayuntamiento de Olvera se haya comprometido y haya iniciado los trámites pertinentes para hacer las obras necesarias y que el comedor este abierto en septiembre del 2025, por lo que no entendemos la negativa desde la Delegación de Educación de la Junta de Andalucía".

Durante la concentración celebrada el 21 de marzo en el CEIP Miguel de Cervantes, la alcaldesa de Olvera, Remedios Palma, que asistió a dar su apoyo a los padres junto a representante de los tres grupos políticos municipales, recalcó el compromiso municipal para llevar a cabo las obras de adecuación de los espacios necesarios para la puesta en marcha del comedor escolar tal y como ya transmitió a la delegada de Educación el pasado 20 de noviembre.

"Sí se sueltan de la cuerda y cruzan es peligroso"

Olvera es un pueblo de sierra de la provincia de Cádiz con muchas cuestas. El camino que realizan los escolares es peligroso "son calles estrechas, los niños van por las aceras, tienen que cruzar y si se sueltan de la cuerda y cruzan es un peligro" señala Sandra. Los días en los que llueve "tienen que ir hasta el otro colegio con sus paraguas, su chubasquero, mojándose y los días de calor con sus mochilas, sus botellas de agua". Desde el AMPA nos transmiten que en Olvera se llega a los 40 grados rápido "después de una jornada de cinco horas, levantándose pronto, los niños van cansados, algunos se quedan dormidos y no comen, cuando vienen a casa tenemos que darles de comer".

La mayoría de los padres manifiestan que no apuntan a los niños al servicio de comedor porque tienen que ir en la cuerda y no están dispuestos a ello, "los que no nos queda más remedio los tenemos que apuntar para poder conciliar porque tenemos que trabajar" asevera la Presidenta del AMPA.

Desde la Delegación de Educación de Cádiz comunican que la petición del servicio de comedor para el colegio Miguel de Cervantes de Olvera se recibió el pasado mes de noviembre. El ayuntamiento de la localidad se comprometió a efectuar las obras necesarias en un edificio que es de su titularidad y de momento no se han ejecutado, por tanto, se está a la espera para poder avanzar en la autorización del servicio, que tiene su procedimiento administrativo y sus plazos correspondientes.

Lo que sí nos han querido hacer saber es que los monitores de la empresa que ayudan en el desplazamiento de los menores hasta el comedor, van a seguir, como así comunicó esta Delegación al centro educativo. Por lo tanto no es cierto que la empresa adjudicataria vaya a prescindir de ellos porque son absolutamente imprescindibles.

El colegio Miguel de Cervantes a pesar de las demandas nunca ha tenido comedor pero los padres nos transmiten que seguirán luchando para que finalmente el próximo curso sus hijos acudan a comer sin tener que dar un paso y cogiendo la cuerda sólo para divertirse.

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