Por qué el tomate ya no sabe a tomate

El tomate es uno de los productos más destacados de la agricultura española y una de las hortalizas más consumidas. Es un cultivo muy versátil que se puede utilizar en múltiples recetas y se puede consumir crudo, cocinado, en salsa o deshidratado. También existen varios tipos de tomates, lo que permite llegar a muchos más consumidores por su gran diversidad de formas, tamaños y colores.

En el mercado se pueden adquirir variedades como el tomate cherry, el tomate san marzano —muy apreciado para la elaboración de salsas—, el tomate kumato, el tomate pera, el tomate de rama, el tomate corazón de buey y el tradicional RAF.

En el mundo llegaron a existir más de 10 millones de tipos de semillas diferentes, aunque muchas se hayan perdido con el paso del tiempo. España es uno de los países en los que más se producen verduras y hortalizas y junto con México es el mayor exportador de tomate fresco —alrededor de 4,2 millones de toneladas al año—. La Comunidad Autónoma que más produjo esta hortaliza fue Extremadura, más de 2,2 millones de toneladas, seguida de Andalucía con 1,8 millones de toneladas.

Además, en el territorio nacional se consume mucho tomate porque es uno de los ingredientes principales de recetas tan típicas como el salmorejo o el gazpacho, así como las ensaladas, tan propias de la dieta mediterránea. En España, en el año 2021, se consumieron 601 millones de tomates, según los datos aportados por el Instituto Nacional de Estadística.

Asimismo, es un alimento que contiene pocas calorías, gran cantidad de agua, potasio, magnesio, vitamina C y B1, B2, B5 y antioxidantes como el licopeno. Por lo que es muy utilizado en dietas.

A pesar de todo, muchos consumidores se quejan en la actualidad porque el sabor del tomate ya no es el mismo que el de hace algunas décadas. Ese dulzor fusionado con la acidez propios de esta hortaliza se perdió con el tiempo. Además de la ausencia de la jugosidad.

¿Por qué el tomate ya no sabe a tomate?

Las causas de por qué el tomate ya no sabe a tomate son diversas. Es una hortaliza que se consume todo el año, indistintamente de la estación que sea, por lo que no se adquiere en su momento de temporada, lo que repercute en su madurez y sabor. También para producir más se recogen muy verdes de la mata lo que impide que se desarrolle sin que se alteren todas sus propiedades; se produce en masa y a bajo precio lo que no favorece a su perfecto cuidado. Así como que en el mercado se valora más su peso y su estética que su sabor por lo que se empezó a cosechar sin tener en cuenta la pérdida de su sabor original.

Los expertos en genética de los alimentos están trabajando ahora en el estudio de las semillas, en su origen, para recuperar ese sabor dulce de antaño. Por otro lado, muchos agricultores están desarrollando la agricultura sostenible para dedicarle al tomate el tiempo de madurez necesario, alejarse de pesticidas y dejar que sea la propia planta la que marque los ritmos sin ningún tipo de alteración.

Hallan un bebé muerto en una planta de reciclaje de Madrid