Solidaridad
Organiza una cena solidaria para 40 personas tras vivir sin recursos
Jefferson Luciano sabe bien lo que es "pasar frío en la calle" por eso se ha lanzado a ayudar a los demás.
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Es trabajador, ahora empresario y reside en Ourense. Llegó de la República Dominicana hace ahora 18 años y recuerda sus difíciles inicios. "Dormí en los bancos de la calle durante años, no tenía nada", explica Jefferson Luciano. Poco a poco y con mucho empeño se ha hecho con la gerencia de seis negocios en la ciudad, uno de ellos es la cervecería Milmañas.
La suya podría ser una bonita historia de Navidad, pero se fragua desde hace mucho tiempo atrás. "Yo pienso mucho en los que no tienen nada, porque a mi me pasó, y en estas fechas todo es todavía más complicado", comenta. La soledad y la falta de recursos son los peores aliados de muchas personas que sufren durante las fiestas.
Así que, teniendo en cuenta esto, Jefferson y su familia se lanzaron a organizar una cena solidaria para un total de 40 personas. "Teníamos que poner un límite, porque "hay mucha gente que lo necesita". Cogió un papel, facilitó el número de teléfono del bar y avisó en el barrio de la propuesta: el que lo precise, que se anote. Da igual de dónde sea.
Este emprendedor contactó, durante semanas, con entidades sociales para organizarlo todo y en ellos encontró la ayuda que necesitaba para, a su vez, brindársela él a los otros. Y, antes de ponerse el delantal y manos a la obra en la cocina, apoyado por su esposa, elaboró un variado menú para todos ellos.
En Milmañas, este sábado noche, se cenó paella, lacón, calamares y otros platos que ellos mismos prepararon para 40 personas sin recursos. "Yo hubiese precisado algo así cuando llegué a España, lloré mucho, por eso nos lanzamos con esta iniciativa". Y no es la única, asegura, porque ya tiene en mente organizar una recogida de juguetes para entregar a los niños, antes del día de Reyes, y "quizás algo más".
Este trabajador incansable se ha convertido en un ejemplo en su barrio y, tras invitar a todas esas personas a celebrar con su familia una Navidad en compañía, él mismo se sentó a la mesa y degustó el menú que disfrutaron esas personas a las que, sin conocer de nada, brindó su solidaridad y buen hacer.
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