Incendio forestal en Vila de Rei, Portugal

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La sequía agrava la situación

Las ONG dicen que la prevención "no funciona" después de que 2017 ya supere en terreno quemado a todo 2016

Los recortes han hecho que se dispongan de menos medios, lo que sumado a la sequía, ha agravado la situación haciendo que el 2017 sea uno de los años en los que más superficie forestal se ha perdido en la última década.

Las ONG ecologistas Greenpeace y Ecologistas en Acción han señalado que la prevención de incendios forestales en España "no está funcionando" y hay que "enfocarla desde otra óptica" e "invertir más" porque, a pesar de la limpieza de montes y cortafuegos que se llevan a cabo, la superficie quemada en lo que va de 2017 ya supera (en 9.840 hectáreas) el terreno arrasado en todo el año 2016, y es el peor año del último lustro, según las estadísticas del Gobierno publicadas este lunes 21 de agosto.

Según la información del Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente (MAPAMA), desde el 1 de enero al 13 de agosto de 2017 han ardido 75.026 hectáreas, mientras que en los doce meses de 2016, el fuego arrasó 65.186.

Además, en la última década, en concreto, desde el 1 de enero de 2007 hasta el 13 de agosto de 2017, se han quemado en España un total de 995.065 hectáreas, lo que supone el 4,804 por ciento del total de la superficie del país, según las estadísticas del MAPAMA, lo que equivaldría a más de toda la superficie de la Comunidad de Madrid.

Ante estas cifras, las ONG ecologistas consultadas han señalado la "prevención" como la "clave" y han coincidido en señalar las condiciones climatológicas y la sequía como factores que "agravan la situación". No obstante, han señalado diferentes causas y alternativas para que la situación mejore.

Abandono del monte y masa forestal no autóctona

De un lado, la portavoz de Greenpeace Mónica Parrilla ha señalado que "los recortes" han hecho que se dispongan de "menos medios" y que se siga invirtiendo "mucho en extinción y menos en prevención".

Entre las causas citadas por Parrilla, además del "año especialmente seco", está "la despoblación y el abandono del monte", la "cultura del fuego" en las actividades agrarias y la urbanización "sin controlar" que ha generado "interfaces urbano-forestales con alto riesgo de incendios".

En este sentido, ha dicho que ahora los incendios requieren del apoyo de los servicios de Emergencias para la evacuaciones para poner a salvo a la población, por lo que los incendios "no son solo un problema forestal, sino a gran escala".

Por otro lado, aunque al igual que Parrilla, el portavoz de Ecologistas en Acción, Miguel Angel Hernández, ha señalado "la falta de seguimiento de las repoblaciones de masas forestales". En este sentido, ha hecho hincapié en la necesidad de "transformar a medio y largo plazo la masa forestal", que ha sido modificada "por acción del hombre", y volver a replantar especies autóctonas "más resistentes a los incendios" y al clima Mediterráneo.

Sin embargo, al contrario que Greenpeace, Hernández ha dicho que el despoblamiento y el abandono de los montes "no es una de las causas principales", puesto que la mayoría de incendios tienen que ver con la "acción del hombre".

Al mismo tiempo, ha destacado que España "lidera en trabajos de prevención, aunque a veces son acciones de cosmética". "El problema es en cómo se enfoca la prevención" y ha asegurado que el 90 por ciento de los incendios ocurren en pinares repoblados que están "muy gestionados y poco abandonados".

Como ejemplo de zonas que no estaban abandonadas y que tenían cortafuegos pero que, sin embargo, han ardido, Hernández ha señalado los incendios de Doñana y de Yeste (Albacete). "Nunca es bueno generalizar, pero la tipología de la masa forestal es fundamental".

En cualquier caso, tanto Parrilla como Hernández han destacado que el origen de la mayoría de los fuegos están provocados por el ser humano, algo que se podría cambiar "con más concienciación".

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